--¿Se presenta a la reelección con los deberes hechos?

--Me presento con un resultado satisfactorio. Hay que tener en cuenta que estos no han sido cuatro años cualquiera, sino que en ellos se ha aprobado una nueva ley universitaria y unos nuevos estatutos, y estos procesos legislativos han impedido que pudiera acelerar algunos de mis proyectos. Pero los problemas están diagnosticados y las soluciones las tengo enfocadas. De todas formas, la comunidad universitaria decidirá el próximo día 31 si he hecho los deberes y por supuesto respetaré su decisión democrática.

--Cuando se acercan las elecciones a rector se suelen escuchar mensajes negativos de la universidad. ¿Cree que hay demasiado victimismo en esta institución?

--El fomento del espíritu crítico va con nuestra vida. Los universitarios somos gente que reflexionamos todos los días, que estamos acostumbrados a contrastar hipótesis. Si no, ¿qué hacemos aquí? Pero es cierto que quizá no deberíamos pasarnos con este afán autocrítico.

--¿Pero no tiene la sensación de que hay mucha gente viendo la obra pero pocos cogen la pala?

--No, no lo creo. Yo he sido de los que he cogido la pala pero precisamente para que haya otros profesores que puedan centrarse en sus tareas docentes e investigadoras y evitarles otras preocupaciones. --¿No cree que se critica mucho y apenas se aportan soluciones viables?

--Alguna vez he percibido esa sensación, pero respeto todas las opiniones. La de gestionar es una labor antipática, pero como rector me presento con ilusión y entrego mi disponibilidad personal. Además, debo destacar el excelente trabajo del personal de administración y servicios de esta universidad, que tiene un gran sentido institucional.

--¿Qué margen de maniobra tiene un rector?

--Presupuestariamente hablando, poca. Es cierto. Pero en el resto de las cosas sí que tiene margen de maniobra para mejorar la universidad.

--¿Se siente raro sin el apoyo de Colectivo y enfrentándose a un candidato de este grupo de profesorado?

--Yo tengo una ilusión enorme por este proyecto con el que me presento y no hago más valoraciones.

--¿Por qué acude a las urnas con Plataforma y no con Colectivo?

--Creo que mis intenciones quedaron claras. Elaboré un preprograma y se lo presenté a numerosos grupos y personas, y los que han querido venir conmigo han venido.

--La universidad tiene fama de inamovible. ¿Tanto cuesta poner en marcha una iniciativa?

--Depende más de la voluntad de las personas que de las normas. Para ello es necesario tener capacidad de liderazgo y capacidad de anticipación, dos valores que creo que poseo.

--¿Cuál es su ideario?

--Autonomía compatible con corresponsabilidad, calidad, convergencia europea, liderazgo científico, ilusión y motivación, diálogo, igualdad y protagonismo para los estudiantes.

--¿Cuál será su primera medida si sale reelegido?

--A los siete días de la toma de posesión ya existe el compromiso de negociar el convenio con el personal docente e investigador laboral.

--¿Teme un nuevo revuelo legislativo si el PSOE decide modificar la LOU?

--No lo temo, lo espero, porque en la LOU hay aspectos muy mejorables. Lo que no sería bueno es que se elaborara otra ley, pero sí que se hagan ajustes y correcciones, aunque con sosiego. Cuestiones como la habilitación del profesorado, por ejemplo, no están dando buenos resultados.

--¿Prefiere este modelo de elección?

--Es mejor que voten todos a que voten 300, aunque creo que la LOU ha reducido demasiado la representación de los estudiantes y eso puede hacer que aún se rebaje más su porcentaje de participación.

--¿Se ha sentido incomprendido?

--No, al contrario. Me he sentido acompañado y respaldado. De estos cuatro años me quedo con el enriquecimiento personal que supone conocer a tantos miembros de la comunidad universitaria, porque por mi talante me gusta conocer personas. La soledad no va conmigo.