El presidente de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP), Félix Moral, visitó esta semana Zaragoza para presentar la incorporación del Parque Grande José Antonio Labordeta y el Parque del Agua a la plataforma virtual en internet Vivirlosparques. Era una oportunidad de conocer qué opinión se tiene desde fuera de las zonas verdes la capital y de conflictos como los que derivaron en la huelga que finalizó hace solo un mes.

--Zaragoza es una de las capitales españolas que más ha aumentado su superficie de parques. ¿Esto, en tiempos de crisis, es positivo o un lastre?

--Estamos en un momento de dificultad económica, pero es ahora cuando los espacios públicos hacen más falta porque son lugares de socialización por excelencia, donde la gente vive la ciudad. Todos los que haya nunca son demasiados, pero al ser públicos hay que mantenerlos y eso ahora se nota. La ventaja es que los costes no son tan exagerados, pero esto surgió de los planeamientos diseñados antes de la crisis, cuando se hacía con otros criterios y planteamientos, pero si se hubiera hecho en estos momentos seguro que no se habría hecho así. No tendríamos tantos espacios libres o quizá los tendríamos pero pensando en un mantenimiento más sencillo. A eso es a lo que se va tendiendo en las mejoras que se proyectan, hacia una sostenibilidad económica y por eso deben tener unas características concretas.

--Con seis millones de metros cuadrados de parques y jardines, ¿está sobredimensionado?

--Quizá el problema sea es que nos hemos acostumbrado a tener unas zonas verdes con unas características que podríamos decir que de ricos, que no nos importaba lo que costase mantenerlos, queríamos crearlos en climas tan duros como puede ser el de Aragón, con praderas que luego nos damos cuenta de que cuesta mucho conservar con calidad, que sean vistosas y con un uso intenso.

--¿Solo abriendo esos espacios a la explotación comercial los hace sostenibles?

--En otros países, desde hace años, cualquier zona verde debe tener un plan de sostenibilidad económica antes de su ejecución, es decir, que si no está garantizada su supervivencia no se ejecuta. Y muchos de ellos se consiguen con aportaciones privadas con este tipo de concesiones. Lo ideal sería que cualquier parque fuera autosostenible económicamente. Eso es casi imposible ahora pero es una buena iniciativa.

--¿En qué destaca Zaragoza con respecto a otras ciudades?

--Zaragoza siempre ha ido muy a la cabeza de nuevas formas de gestión y eso se ha notado en el interés por innovar. En todos los sitios hay problemas muy similares y, en este sentido, cómo los resuelve la ciudad puede servir de ejemplo para otras que los sufren.

--¿Qué opinión le merece la huelga y el conflicto laboral que hubo recientemente?

--Siempre ha habido problemas como este, pero ahora son más frecuentes porque las condiciones económicas son más complicadas, los ayuntamientos tienen menos dinero y hacer lo mismo por menos dinero a veces es difícil. Eso se está llevando en algunos sitios a unos extremos muy complicados. Lo ocurrido en Zaragoza no es, ni mucho menos, lo peor que se ha vivido en España. Otros con menos medios lo han notado más. Es triste pero al final siempre ha habido dinero para la creación de parques pero para el mantenimiento luego los recursos son limitados.