La Feria de Zaragoza se salvará de los números rojos en el 2020 gracias a la celebración de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA) y la Feria del Mueble, dos pesos pesados para la actividad ferial que han coincidido este ejercicio. A pesar de que el recinto ha permanecido paralizado desde la declaración del estado de alarma, el pasado 14 de marzo, logrará concluir el año con beneficios, lo que da idea del peso que tiene este certamen agrario, que se salvó del cierre por escasos días. «El 2020 estaba llamado a ser el mejor año de la Feria de Zaragoza en mucho tiempo, pero también podría haber sido el peor», resume el presidente de la institución, Manuel Teruel, que recuerda que el Salón de Maquinaria de Obras Públicas y Construcción (Smopyc) ha pospuesto su celebración a mayo del 2021.

Solo FIMA ha dejado en las arcas de la institución 10 millones en ingresos y un impacto en Zaragoza de 350 millones. Esta cifra, sumada a los beneficios que hubiera proporcionado Smopyc habrían hecho del 2020 un año para enmarcar. Pero el coronavirus lo impidió. Hoy, la Feria de Zaragoza trabaja para volver a la actividad lo antes posible y ya baraja fechas. En principio, la institución confía en retomar la normalidad en noviembre, si la crisis sanitaria lo permite. En concreto, Teruel ve viable albergar el Salón para Eventos, Bodas y Acontecimientos (Nupcial 2020) entre el 6 y el 8 de noviembre de este año. «Es un sector que nos necesita porque ha atravesado un año muy complicado», recuerda Teruel, que alude a la innumerable cancelación de enlaces que ha provocado el coronavirus y el problema que esto ha generado para cientos de negocios.

La celebración de Nupcial 2020 tendría su continuidad con una nueva edición del Stock Car, el certamen destinado a la venta de vehículos de ocasión y que suele ser un revulsivo para los concesionarios con el final de año a la vuelta de la esquina. «No descartamos que si la situación lo requiere, llevemos este certamen a la zona exterior de la Feria de Zaragoza», recalcó Teruel. Estas dos ferias pueden ser la antesala de un 2021 esperanzador para la institución y una inyección de autoestima para dos sectores que han sufrido el azote del covid-19.

Incertidumbre

Pero todo está en el aire. No obstante, la institución sostiene que aunque estos dos certámenes no se celebrasen no peligrarían los beneficios del 2020. «No tendremos números rojos», aseguró su presidente, pese a todo. Eso sí, reconoce que se han producido «tensiones de tesorería» por la falta de actividad, algo que se ha solventado «sin mayores problemas», señaló Teruel.

Otra cosa es lo que pueda deparar el futuro. Si el peligro del virus no se aleja en los próximos meses, la Feria de Zaragoza podría atravesar problemas que le obligarían a realizar algún tipo de ajuste, señaló Teruel. La puesta de largo de Smopyc, en mayo del 2021, puede ser el termómetro que mida el futuro. Si se celebra se podría dar por salvado el año. Si no, habrá que apretarse el cinturón.

La Feria del Pilar, suspendida

La fiestas del Pilar no serán, ni mucho menos, la sombra de lo que han sido durante muchos años. A la cancelación de actividades como la Ofrenda de Flores, decenas de conciertos y actividades multitudinarias se sumará la de la Feria General, que cada año reúne a casi 200.000 personas en el recinto ferial. La pandemia obligará a interrumpir todo un clásico de la fiesta grande de la capital aragonesa, aunque el presidente de la institución, Manuel Teruel, señaló a este diario que están buscando alguna alternativa para celebrar «algún acto simbólico» aunque, por supuesto, nada tendrá que ver con la algarabía que se vive cada mes de octubre en los distintos pabellones.

La suspensión de la Feria del Pilar (como tradicionalmente se le conoce) no supondrá ninguna merma económica para la institución, según recalcó Teruel, que puso de manifiesto que este certamen sirve más para contribuir a la celebración de los Pilares y para ayudar a algunos sectores que para lograr beneficios, algo que, según dijo, no ocurre.

Por tanto, la que iba a ser la 80 edición de este certamen, no será. El salón se celebra desde 1941 y se ha convertido en una cita ineludible. El pasado año se habilitaron hasta cinco pabellones en los que cabía de todo. Uno estaba destinados a las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero también había hueco para el sector del motor, con vehículos a la venta de todas las marcas y segmentos y la exposición de coches clásicos. Otro de los recintos es el pabellón de alimentación y artesanía, con productos de primera calidad de diversidad de regiones, o la zona de atracciones para los pequeños de la casa, con precios especiales de poco más de un euro.

El presidente de la Feria de Zaragoza pidió a los ciudadanos que este año hagan un esfuerzo por «protegerse del covid».