La Ferieta de Aínsa, a punto de cumplir 1.000 años de historia, clausuró el domingo una edición que los responsables calificaron como «éxito rotundo». El buen tiempo -se alcanzaron los 22 grados centígrados en la localidad sobrarbense- atrajo a una gran cantidad de vecinos de la comarca y turistas que llenaron durante todo el día las calles de esta villa medieval. Se calcula que «más de 10.000 personas» pasaron por la Ferieta, lo que significa batir un «récord histórico», en palabras del alcalde del municipio, Enrique Pueyo. «En toda la comarca del Sobrarbe vivimos 7.000 personas. Estamos contentísimos», remarcó el primer edil.

La mañana comenzó con el tradicional reparto de caldo de gallina que se elabora en la misma plaza y que está realizado por voluntarios del pueblo, «sin los cuales esta feria no podría celebrarse», aclaró Pueyo. En total, hubo unos 100 puestos de venta y expositores, que vendían desde artículos artesanales hasta alimentación y ganado. El objetivo de la feria es precisamente fomentar la compra de los productos de la zona y visibilizar el trabajo de los fabricantes locales. Asimismo, esta cita es también un importante punto de encuentro entre los vecinos de toda la comarca. «Enero es un mes muy flojo y la Ferieta es siempre el inicio de la actividad en toda la comarca. Aquí se juntan personas de muchos pueblos que llevan todo el invierno sin verse», comentó el alcalde.

Los visitantes vienen en su mayoría de localidades cercanas a Aínsa pero también de otros lugares como Navarra, País Vasco, Cataluña e incluso Francia. «El público que viene tiene una renta media o alta, y eso provoca que el nivel de ventas sea muy bueno», explicó José Antonio Morillo, presidente de la Ferieta.

Este evento se celebra siempre el primer fin de semana de febrero, y este año ha coincidido con la Feria de la Candelera de Barbastro, lo que ha hecho que haya habido menos puestos ambulantes. «Ha habido unos 30 puestos menos que otros años, pero eso nos ha beneficiado, porque había más espacio para la gente», contó Morillo. Para próximas ediciones, ya se están planteando limitar el número de puntos de venta para tratar de repetir el éxito de este año dotando a los visitantes de una mayor comodidad. El tiempo, eso sí, será clave para poder batir de nuevo el récord.