La Ferieta de Aínsa, el certamen que reunía en la capital de Sobrarbe a más de un centenar de comerciantes llegados de distintos puntos de España y el sur de Francia y que es una de las ferias más longevas del país, vive este domingo su edición más anodina de los últimos años. La pandemia del coronavirus marca las restricciones y este domingo no habrá tampoco el tradicional reparto del caldo de gallina, ni el cross de la Ferieta, ni el reparto de carrascas para los más pequeños de la localidad. Todos los actos populares se han adaptado o suprimido para poder cumplir con la cita sin poner en peligro la seguridad.

En esta ocasión, los comercios locales de las comarcas de Sobrarbe y Somontano de Barbastro serán los protagonistas, con una especial atención a los productos alimentarios de kilómetro cero, como el azafrán del Sobrarbe, los quesos de Guara, el paté de La’Ainsa, la miel de Montalbán, los chocolates La Ofrenda o el pan de Naval. «De más de 110 puestos que llegaban en los últimos años, nos hemos quedado en 15 o 16», explica el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, que no recuerda una cita tan poco numerosa desde hace décadas. «Hemos visto a la Ferieta en situaciones complicadas, pero en los últimos años no podíamos imaginar esto. Ojalá poder recuperarla con todo su esplendor al año que viene», añadió.

La exposición y concurso de reses queda para otra ocasión, y otras tradiciones, como el reparto de carrascas a los niños, se trasladó al «entorno seguro» del colegio, para que los más pequeños pudieran participar. La Ferieta se desarrolla, como siempre, en el entorno del castillo de Aínsa, pero con un circuito marcado y garantizando las distancias. La feria estará abierta de 10 a 14.00 horas.