Con un discurso atípico que concluyó con la lectura de una poesía de Joaquín Sánchez Vallés, Javier Fernández López tomó ayer posesión de su cargo al frente de la Delegación del Gobierno de Aragón, de la que dijo que quería hacer "una casa abierta a todos los ciudadanos".

El acto, que contó con la asistencia de las autoridades y agentes sociales de la comunidad, fue abierto por el exdelegado, Eduardo Ameijide, quien agradeció "la lealtad y la cooperación institucional" recibida durante los cuatro años que ha ocupado el cargo y que le han servido para sentirse un aragonés más.

Ameijide, que deseó suerte en el desempeño de sus funciones al nuevo titular, resaltó la buena relación que ha mantenido con todas las fuerzas políticas, especialmente de su partido, el PP, "del que me siento orgulloso", y tuvo un entrañable recuerdo para "sus" Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Fernández López inició su discurso con un relato de su trayectoria personal, desde que en su infancia jugaba en los patios del cuartel de la Guardia Civil en la avenida de Cataluña, objetivo de un cruel atentado de ETA en 1987 y donde su padre ejercía como agente del Cuerpo.

El nuevo delegado, teniente coronel en la reserva y profesor de Derecho Constitucional en la AGM y en la Universidad de Zaragoza, también desgranó su trabajo como docente, como periodista y como voluntario en varias entidades sociales.

Fernández López mostró su satisfacción porque, aunque es políticamente independiente, sus prioridades coinciden con las del Ejecutivo socialista.

Aunque sin orden, recordó estas preocupaciones inmediatas, como la violencia de género ("hay que reducir esa lacra"); la inmigración ("que aporta beneficios para Aragón y que requiere unos niveles de convivencia soportables"); los accidentes de tráfico ("no se puede mezclar la conducción con el alcohol y las fiestas"); y la seguridad ciudadana ("hay que alcanzar un máximo de seguridad sin que suponga menos libertad"). Finalmente, el delegado también resaltó otros retos que tendrá que afrontar a corto plazo, como trabajar para conseguir la Expo del 2008.