--Parece Camacho. Dos veces elegido concejal y dos abandonos.

--La primera vez fue a petición del partido para ocupar la dirección general de Deportes --del Gobierno de Aragón-- porque pensaban que mi labor podía ser mejor allí. Esta segunda vez es por decisión propia, tomada desde la reflexión familiar. En ningún momento he exigido un cargo al PAR.

--Arcega era un buen reclamo electoral ¿su marcha no es un engaño para el elector?

--Entiendo que no. El elector está esperando tener un servicio público por parte de determinadas personas de la ciudad. Unas acatando un cargo y otras desde el ámbito que desempeñen. Mi servicio a la ciudad ya existía antes de que fuera concejal, porque lo he ejercido a lo largo de mi carrera deportiva.

--¿Y los que votaron porque usted estaba en la lista?

--El engaño consistiría en intentar compaginar las dos actividades sin renunciar a ninguna de ellas, cobrando sueldo del ayuntamiento, pero desarrollando mi labor profesional en otro sitio. Hay otra persona con muchísima capacidad y ganas de entrar --Elena Allué-- que lo va a hacer mejor que yo.

--¿Tan suculenta es la oferta que le han hecho en la CAI como para dejar el consistorio?

--Sí. Es un reto importante para mi vida profesional. Se abre otra etapa en mi vida, porque la institucional no me la había planteado como algo definitivo.

--¿Qué labores va a desempeñar en la entidad financiera?

--Las tengo aún que conocer en profundidad. Voy a estar adscrito al departamento comercial, donde hay áreas que conciernen a lo deportivo, a la comunicación y al márketing . En estos mundos son en los que me voy a mover. La CAI es la entidad que más apuesta por el deporte en esta comunidad. El deporte no será ajeno a lo que yo pueda hacer en la entidad.

--Después de dos abandonos dará por cerrada definitivamente su etapa política.

--Dejo la vida política institucional, pero no se puede decir nada de forma definitiva porque esta sociedad evoluciona a una velocidad de vértigo. En este momento sí que pienso que es de una forma definitiva. Desaparezco del ayuntamiento, pero mantengo los cargos orgánicos en el partido.

--Después de cinco años en la política activa ¿con qué sabor se marcha?

--Con un sabor dulce, porque ha sido un bagaje interesantísimo. He tenido la oportunidad de conocer las dos instituciones más representativas de Aragón y el nivel de relaciones establecido ha sido muy interesante. También ha habido muchos sinsabores, como pasa en todos los sitios, pero son más las cosas agradables de las que te acuerdas.

--¿Es difícil jugar a la política?

--Sí es difícil, pero no imposible.

--¿Por qué?

--La realidad y las cosas se analizan desde prismas muy distintos y acertar con la fórmula exacta para que todo concuerde es complicado. Intervienen muchos factores.

--El PAR sufre un descenso electoral ¿ha influido en su marcha?

--No tiene que ver con que se hable de crisis en Huesca, con que nosotros dejáramos las delegaciones o con que no fuera concejal de Deportes. No tiene absolutamente nada que ver. Es una decisión personal que está al margen de cualquier situación política o coyuntural.

--¿Lo hubiera dejado igualmente estando en el Gobierno municipal?

--Probablemente también.

--No suena convincente.

--¿Cuándo se retira un jugador? Puede ser a los 32, a los 34, a los 36. Yo me retiré a los 35, en un momento en que la gente decía que podía haber seguido, porque pasó por un tren en mi vida que fue Adidas. Ahora se da la misma situación.

--¿Se ha encontrado más a gusto, gestionando Turismo sin poder criticar o en la oposición?

--Cuando teníamos delegaciones era una situación un tanto paranoica. Se daban circunstancias contradictorias: en la misma comisión éramos capaces de aprobar una modificación presupuestaria para el área en la que gestionábamos y hacerlo en contra en otras áreas del equipo de Gobierno. La situación era complicada y fue una buena decisión dejar las delegaciones. La gente del partido y los zaragozanos entienden mejor el papel del PAR en la oposición.

--¿Qué ha sido más difícil, el deporte o la política?

--Los dos. Tienen cosas muy parejas. Estás observado continuamente por la opinión pública y el grado de exigencia está más allá de las horas de entrenamiento o de trabajo.

--¿En política hay juego sucio?

--Sí, y en el deporte también. Hay juego sucio en todos lados. La vida política nos empeñamos en complicarla, pero debería ser una prolongación de la vida cotidiana.

--¿Se ha sentido más a gusto en el deporte o en la política?

--En los dos sitios. En el deporte ha habido momentos muy buenos y muy malos. He llegado a pasar seis veces por el quirófano, pero lo que más brilla es la medalla y los éxitos conseguidos. En la política pasa igual.

--¿Ha tenido momentos de brillo, como en el deporte?

--Ha sido poco tiempo. En la oposición tienes menos capacidad de demostrar, aunque creo que en Turismo se ha hecho una buena labor. En el cómputo de los cinco años sí que ha habido momentos de brillantez. En algunos plenos el grupo del PAR ha estado más brillante que otros y de esas actuaciones me siento partícipe.