--El próximo día 9 se realizará una consulta a los estudiantes de la Universidad de Zaragoza acerca del cambio de la convocatoria de exámenes de septiembre. ¿Cuál es su opinión al respecto?

--La universidad y el vicerrectorado convocamos este debate porque consideramos que sí que tenemos que plantearnos el cambio. Hasta hace seis meses no había interés entre la comunidad universitaria, pero tras plantearlo ante el Consejo de Estudiantes y comprobar que casi la totalidad de universidades públicas españolas han llevado a cabo el cambio --salvo Zaragoza, Cantabria y algún campus andaluz-- consideramos que no tener esta opción de calendario produce efectos negativos.

--¿Cuáles son las ventajas de la modificación?

--Muchas. En primer lugar, resolvería problemas de movilidad de los estudiantes. Hay gente que acaba el curso y pide el traslado a otra universidad de España o salir al extranjero con una beca Erasmus, pero se encuentra con un problema si tiene que recuperar en septiembre, porque las clases empiezan y el estudiante de Zaragoza tiene que examinarse. El calendario no le cuadra y un cambio de convocatoria sería totalmente positivo. Actualmente, esta situación conlleva casi la pérdida de un mes de clases que, en muchos casos, tiene consecuencias importantes en los procesos de evaluación continua.

--¿Esperan un incremento en el número de aprobados con el cambio?

--En otras universidades el cambio de calendario ha sido un éxito, con datos de 7 puntos por encima respecto a los aprobados que tenían en septiembre. Ese es un elemento que tenemos muy en cuenta.

--¿Qué opina el personal docente?

--Para ellos y para su trabajo también es ventajoso. Si los estudiantes no conocen sus calificaciones hasta septiembre u octubre, esto deriva en que tampoco se pueden matricular pese a que las clases comienzan. En ese caso, los profesores no pueden cuantificar su número de alumnos totales ni organizar las clases prácticas. Otra ventaja del cambio es que, ante las dudas surgidas con alguna asignatura, se podrá recurrir a las tutorías de forma inmediata, mientras que en verano no hay presencia de profesorado para resolver estar cuestiones.

--Entre los estudiantes se ha generado mucho escepticismo ante el cambio de convocatoria. ¿Qué espera de la consulta a los estudiantes?

--Ante todo, conocer su opinión. Se podrá decir que se ha hecho con más o menos tiempo, pero nadie debe sorprenderse de esto, ya que desde hace seis meses venimos hablando del tema con el Consejo de Estudiantes. Nadie podrá decir que falta información al respecto, porque estamos informando de ello. Siempre he mantenido la necesidad y el compromiso de consultar a los estudiantes y me siento orgulloso de ofrecer este ejercicio democrático.

--Hay sindicatos de estudiantes que han hecho un llamamiento para votar en contra.

--Cada cual es libre para tener una opción, nosotros solo queremos presentar e informar acerca de las bondades del cambio. Ellos aducen que con septiembre hay mayor espacio para programar los exámenes y eso, en alguna titulación podría ser ventajoso, pero debemos legislar para la mayoría. Lo que ocurre es que al final el tiempo en la práctica para muchos es estudiar 15 o 20 días antes de los exámenes.

--La pasada semana se produjeron varios actos violentos en la universidad. ¿Van a tomar alguna medida desde la institución?

--El consejo de dirección de la universidad ya mostró su rechazo en una nota ante la presencia de grupos ultraderechistas que han perturbado la convivencia en el campus. La universidad es centro de diálogo, de debate y con la palabra se debe respetar todo. Si los hechos vuelven a repetirse, por supuesto que se tomarán medidas.

--En los últimos días también se ha sabido que varias becas del Ministerio de Educación todavía no han sido otorgadas y esto está provocando graves consecuencias entre el alumnado.

--El ministerio va muy lento y despacio con este tema. Se resolvieron las ayudas de matrícula, pero no la de renta y alojamiento. El actual sistema de becas no tiene sentido, porque ahora muchos universitarios no pueden programar bien sus estudios y varios han tenido que renunciar. La incertidumbre no es la mejor manera de afrontar un estudio sereno de las asignaturas en épocas de exámenes. Se está tramitando la parte variable, pero estamos ya en abril y prácticamente con el curso entrando en su tramo final. Cuando el ministerio elabore todo definitivamente casi estamos acabando. Esta no es la mejor manera de que un universitario estudie y prepare sus pruebas.