La diferencia en la conectividad entre los pueblos y las ciudades en la comunidad es notoria. Mientras las grandes urbes gozan de la mejor conexión, hay pequeños municipios que directamente ni siquiera tienen cobertura. Es por eso que la extensión de la fibra óptica -el mejor tipo de acceso a internet actualmente- consigue acercarles a la altura de una ciudad.

Esta es una de las conclusiones a las que han llegado Javier Ortega y Álex Sanz, dos estudiantes de telecomunicaciones de Zaragoza que llevaron a cabo un análisis del estado de la conectividad en las Cinco Villas y las posibilidades técnicas del la zona. Con este trabajo se refleja que en el territorio la situación de la conectividad es bastante limitada, ya que usa tecnologías de acceso anticuadas.

«Los pueblos que tengan instalada la fibra óptica son un lugar que está muy cerca del nivel que hay en una ciudad», explica Sanz. Y poco a poco se va implantando en algunos, como son Luna, Layana, Luesia, Biel, Sos del Rey Católico, Sádaba, Uncastillo, Ejea de los Caballeros y Tauste, según detallan los responsables del proyecto.

DESPLIEGUE DESIGUAL

Sin embargo, el despliegue de esta instalación en toda la comarca no es fácil, «muchos pueblos están en lugares con terrenos muy complicados», dicen. «Se podría llevar con lo que se llama radio enlaces de alta capacidad, y aunque no se conseguiría la misma velocidad que llevándolo físicamente, sería un avance muy grande», indica.

En el norte de la comarca, la montaña y los dificultosos caminos impiden la llegada de este tipo de conexión. Una alternativa es el wimax «Se ha puesto muy de moda, es útil y una muy buena opción, es fácil de llevar, no es costoso y, por ejemplo, Embou lo está ofreciendo en la comarca», explican.

El principal inconveniente de la fibra óptica, según Ortega, es el coste de la instalación. El ADSL presenta un sistema muy cómodo, donde es necesario un cable telefónico que se extiende por las localidades desde hace años, y únicamente se precisa conectarlo a cabeceras para tener internet. Mientras que un despliegue de fibra es más caro, «va por un camino totalmente separado del teléfono, hay que tener la fibra y el teléfono por separado», apunta. Es una instalación nueva, que parte de cero, y es más costosa.

Aún así, priman las ventajas de este servicio, que se resumen en que permite conseguir un desarrollo en la zona. «Localidades como Sábada o Luna no son del tamaño, por ejemplo, de Ejea, pero tienen fibra óptica y disfrutan de la misma velocidad que Zaragoza, y no hay diferencia», aseguran los dos jóvenes aragoneses.

Aunque la instalación supone un alto coste en su puesta en marcha, para los usuarios es provechoso. «Con el ADSL le están ofreciendo seis, diez o incluso veinte veces menos de calidad de conexión pagando lo mismo», apuntan. Lo consideran «injusto», y piensan que «hace que los pueblos estén más ralentizados y anticuados en cuanto a infraestructuras».

El estudio también evidencia la brecha digital entre los pueblos. «Hay bastante diferencia entre algunos, aquellos con despliegue de fibra óptica tienen buena cobertura, y se nota a la hora de que alguien pueda ir allí a teletrabajar, porque no va a tener ningún problema, cuenta con 600 megas de bajada y una buena cobertura de su operador móvil», señala.

SIN COBERTURA

Pero no es esta la realidad que viven los vecinos de otros municipios de las Cinco Villas, que actualmente no tienen cobertura de ningún operador. «No puedes llamar al número de emergencias, recibir un sms de tu banco para verificar que eres tú, hay un montón de cosas que con el simple hecho de tener cobertura podrías hacer, pero no puedes», detalla Javier Ortega. Esta es la situación que marca las diferencias a la hora de tener oportunidades según el lugar en el que se viva.

«El peor caso es Fuencalderas, donde no hay nada de cobertura, también Longás (solo 2G en pocas zonas) y Malpica de Arba, con muy poca cobertura de Orange únicamente», dice Ortega.

El proyecto también sirve para poner en conocimiento de los alcaldes algunas de las ayudas más importantes que pueden solicitar. Los estudiantes hablan, por ejemplo, de plan europeo WiFi4EU, que otorga una subvención para instalar puntos de acceso wifi municipales. Este servicio supone una gran ventaja para los vecinos, que se convierten en usuarios. «Además, pueden montar el punto de acceso y hacer un despliegue de fibra en el pueblo», subrayan.

Asimismo, hay pueblos que están instalando su sistema wifi con sus propios fondos. «Nos parece que está muy bien, es por y para el pueblo, nos ha gustado y algunos funcionan bastante bien», manifiestan.

Otra ayuda es el programa de extensión de la banda ancha de nueva generación del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Este organismo hace hincapié en el desarrollo que generan las buenas conexiones, recogiendo en su página web que «las infraestructuras de comunicaciones de banda ancha de muy alta velocidad son la piedra angular de la transformación digital de la economía y la sociedad».

Los responsables del proyecto hacen referencia también a las ayudas del plan Conecta Aragón. Sanz apunta que la mejor solución para los pueblos donde se instaló la fibra con ese proyecto es intentar desplegarla, «no hay que hacer ninguna obra de gran tamaño», explica.

PRÁCTICAS UNIVERSITARIAS

El estudio sobre la conectividad en este territorio contó con una aportación económica de 8.500 euros de la institución comarcal, y con la colaboración de Adefo Cinco Villas y el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones de Aragón. Ambos estudiantes guardan relación con este último colectivo, mediante el que les llegó la propuesta, para realizarlo como prácticas universitarias.

El proyecto surgió en la primera mitad de este año y cuando la situación sanitaria lo permitió, comenzaron con el trabajo de campo por cada uno de los municipios de la comarca -incluidos los barrios-. Anteriormente habían preparado encuestas para los alcaldes para conocer su impresión sobre la conectividad en sus pueblos. También diseñaron un software de medición para saber la velocidad de subida y bajada de una conexión, tanto en sitios públicos como privados, con el que fueron sacando las conclusiones de este estudio, así como indicando elementos claves para mejorar las comunicaciones en la zona, entre ellos, qué tipo de tecnologías funcionaban mejor en cada punto (ADSL, wimax, módem 4G, satélite, fibra, etc.).

La labor duró dos meses en verano y se midió la conectividad real en cada localidad, utilizando tres móviles de compañías diferentes: Movistar, Orange y Vodafone.

Tras el trabajo, en la actualidad, cada ayuntamiento dispone de un informe técnico para entender cómo está la situación, qué se puede hacer o mejorar y qué ayudas es posible solicitar. Durante estos días, ambos jóvenes presentan el proyecto a los alcaldes, con quienes mantuvieron un contacto la semana pasada. «Nos han recibido como en casa, algunos literalmente», dijeron.

Desde su punto de vista, es necesario «apretar» las tuercas a los operadores para que apuesten por el medio rural, «e insistir en que los pueblos necesitan internet de calidad, merecen tener las mismas oportunidades que una ciudad», defendieron.

Este estudio es un impulso para seguir construyendo las «carreteras del siglo XXI» y lograr una transformación digital en el medio rural.