POR

ADRIANA OLIVEROS

Chispas a tutiplén y espumosos a estudio. Fue la esencia de la cata con fiesta de propina que organizó ayer en el Palafox de Zaragoza el Institut del Cava, que intenta propagar su máxima de burbujas para todo . O al menos, que la Navidad no sea la que se beba el 50% de este producto. Su reclamo atrajo a expertos con ton y son, dispuestos a escuchar a Juan Muñoz Ramos, presidente nacional de los sumilleres, y a Magis Raventós, director del Institut, pariente de Codorniú y descendiente del inventor del cava. Casi . Fue una cata entre blancos. Bruts o menos bruts . Nada de finos, que eso es del Sur. "¿Y alguno de la Boda?". La pregunta se quedó en el aire, mientras se unían al evento sumilleres, como su presi en Aragón, Pepe Puyuelo, su vice , Luis Solanas, la cordon bleu Paloma Barrio... Compartieron espacio con el director regional de Freixenet, José Antonio Felipe, empresarios hosteleros como José Luis Borlán (del nuevo Bole). Y con responsables de establecimientos especializados, como Antonio Barbacil, Julián Montal e Isabel Luño, de Bodegas el Pilar. No faltó representación de ma®tres (Begoña Navarrete, de Gayarre, Fernando Navarro, del Goyesco, Félix Llorente, del Boston...) y maestros de ma®tres, como Celestino Manzano, del IES Miralbueno, y Vicente Castillo, del TOPI. Todos a la par. Catando. Y aprendiendo... Por ejemplo, que copas heladas "¡jamás!". Que en el aperitivo, las burbujas sientan de vicio. Y que como a nadie la amarga un dulce, lo dicho: chin-chín.