El año 2020 ya se ha convertido en un número imposible de olvidar. Si los estadounidenses acuñan al fin del invierno el método folclórico del Día de la Marmota, al curso pasado se le podría denominar como el año del pijama. El confinamiento provocó que el atuendo de estar por casa fuera lo más trendy en todos los hogares. Ahora, ya en 2021 y después de atravesar una crisis que azotó a todas las empresas y negocios aragoneses y españoles, y lo sigue haciendo a día de hoy, se busca “cambiar el hábito” y que el pijama también salga a la calle.

Pijameo Zaragoza es una iniciativa que busca fomentar el consumo en los bares del distrito Universidad y del barrio Delicias de la capital aragonesa, así como reivindicar que son sitios seguros aludiendo a la responsabilidad que se les echa encima por los contagios. Ya son cinco los establecimientos que se han adherido al plan: la hamburguesería San Petersburgo, la sala Utopía, el Invictus Sports Tavern, el Tavern Modo y el café-bar Los Cuberos. Una idea tan simple, como original. “La idea se me ocurrió paseando a la perra, así de simple. Se lo comenté a los chicos de al lado, me dijeron que les parecía una idea increíble, y le pusimos ruedas”, explica Eduardo, dueño de la hamburguesería e promotor de esta iniciativa.

Tres vecinos de Zaragoza con su pijama puesto en la sala Utopía.

La gente que decida salir con su pijama e ir a consumir a estos establecimientos, los domingos a partir de las 6.00 horas de la mañana, recibe “sorpresas, regalos u ofertas de consumición”. “Es una fiesta de pijamas pero controlada”, expresa José Miguel, dueño del Invictus Sports Tavern. Al margen de impulsar el apoyo a estos negocios, enmarcados en uno de los sectores más afectados por la crisis, es también una señal de protesta. “A todas las horas está el covid, no solo a las 18.00 horas de la tarde. Buscamos cambiar los hábitos de la gente y los nuestros, puesto que los bares perdemos seis horas de trabajo con las nuevas restricciones y si no cambiamos los hábitos, perdemos muchísimo dinero”, asevera José Antonio, responsable del bar Los Cuberos.

Clientes con su pijama en el bar Los Cuberos, en el domingo de Pijameo Zaragoza.

Clientes con su pijama en el bar Los Cuberos, en el domingo de Pijameo Zaragoza.

Doce horas de trabajo incesante para que se les deje trabajar. Eso es lo que buscarán a partir de ahora todos los últimos domingos de cada mes. “Tenemos pensado hacerlo el último domingo de cada mes. De cara al mejor tiempo tendrá mucha mejor aceptación. El domingo estuvimos desde las 6.00 horas de la mañana hasta las 18.00 horas de la tarde, cuando antes estábamos abiertos hasta las 4.00 de la mañana. Queremos mostrar que podemos cumplir la normativa y que nos dejen trabajar. Que los horarios sean los mismos siempre”, recalca el dueño del San Petersburgo.

Eso sí, la originalidad de esta iniciativa ha generado mucha expectación y los clientes se acercaron el domingo con sus pijamas, sintiéndose como en casa, para disfrutar de una deliciosa consumición. “La verdad que fue muy bien, la gente ha respondido muy bien. Casi todo el público vino en pijama, disfrutaron, disfrutamos y cumplimos con todas las medidas de seguridad”, indica Eduardo. El objetivo, por otro lado, es reconvertir unas fiestas que acababan de madrugada, y que ahora lo harán a las 18.00 horas de la tarde, cuando marcan las restricciones sanitarias. “Creo que puede funcionar, la gente está muy aburrida de la monotonía de estas normas. Empezando a las 6.00 horas de la mañana podemos terminar a las 17.00 horas, y la gente se lo ha pasado bien. Antes la fiesta era de la tarde hasta la madrugada, y ahora va a ser a la inversa. Este es el objetivo de Pijameo. Los bares estamos acondicionados y somos seguros. Pensamos que no tenemos la culpa de los contagios que se nos están reprochando”, dice José Miguel.