Cuatro horas antes de que se sirviera el primero de los 8.000 bocadillos de longaniza que Interpeñas y el Ayuntamiento de Zaragoza había preparado, empezaba a formarse la cola en el Auditorio. 20 años después de que las peñas y los carniceros organizaran el primer Jueves lardero , un día antes de la cuaresma, el refrán Jueves lardero, longaniza en el puchero todavía pervive. Aunque ahora se vea como una forma de inaugurar el carnaval y con la pretensión de atraer a los jóvenes. "Aún me acuerdo de que en el colegio tal día como hoy asábamos patatas", recordaba el candidato al Congreso por el PSOE, Jesús Membrado. La cuadrilla de Isidoro la Fuente, de 81 años, no dudó en venirse andando desde el Arrabal. "Nos hemos juntado por primera vez y aquí estamos, en todo el barullo", expresaba Isidoro, quien esperó una hora para degustar su aperitivo. "Muchos tenemos clases y es difícil venir", explicaba Laura, de 24 años. "Me gusta tomar un vino tranquilo y en la fila uno se lo pasa bien", añadía su compañero, Marcelo. Tan bien, que a algunos, como a Antonio Casanovas, de 54 años, no les importó repetir. "A las seis de la tarde he esperado una hora para comer un bocadillo y, como no se puede repetir, a las ocho vuelvo a hacer cola porque me gusta llevarle a mi madre un detalle de allá adonde voy", señalaba Marcelo.