"La derogación del trasvase ha sido una de las victorias sociales más importantes de este país. Pero todavía no se han solucionado los problemas. Porque Aragón afronta ahora el debate sobre qué hacer en el Pirineo. ¿Se debe sacrificar el territorio? ¿Es compatible el progreso con la sostenibilidad?" Las palabras del catalán Manel Tomás, de la Plataforma en Defensa del Ebro, sobre la polémica de los grandes embalses sirvieron de broche final a la entrega de los Premios al Desarrollo Sostenible 2004 de la Fundación Ecología y Desarrollo, que se transformó en una auténtica fiesta de hermandad por el no al trasvase.

Ante un auditorio abarrotado, el teatro de Caesaraugusta se transformó en alianza y unión entre todos los pueblos de la cuenca del Ebro. "La lucha a partir de ahora ha de ser en positivo para ayudar al nuevo Gobierno y a los ayuntamientos con nuevas alternativas, y aplicarlas lo más rápido posible", añadió Carles Ibáñez, de la Fundación Nueva Cultura del Agua, que compartió premio con el movimiento social en defensa del Ebro.

Este ambiente distendido y alegre se palpó en toda la celebración. "¿Nos vais a creer ahora lo del cambio climático?", preguntó de manera jocosa Víctor Viñuales, director de la Fundación Ecología y Desarrollo, a todos los acalorados presentes. Pero ni el termómetro pudo ayer con el espíritu de lucha y las ganas de fiesta.

Representantes políticos, sociales y económicos se dieron cita, junto a ciudadanos anónimos, en esta entrega de premios, que incluyó la mención especial para dos de las asociaciones ecologistas más emblemáticas: Seo/Birdlife (Sociedad Española de Ornitología) y Ansar (Asociación Naturalista de Aragón), que cumplen 50 y 25 años, respectivamente. Una labor desinteresada que se ha transformado en todo un movimiento de lucha social de la comunidad.