Huesca ha cerrado una semana un tanto atípica, tras nueve días en los que la ciudad tendría que haberse coloreado de blanco y verde y en los que la fiesta habría sido la protagonista. Pero este año San Lorenzo no se ha podido celebrar, salvo en la intimidad. Aún así, la Policía Local y Nacional ha interpuestos más de 150 denuncias durante la semana.

Según informaron desde el consistorio oscense, durante estos días se han tramitado cinco denuncias a bares que han incumplido el horario o el aforo y otras cinco a grupos en los que había reunidas más de diez personas. El Gobierno de Aragón ha limitado en toda la comunidad las reuniones, ya sean familiares, de amigos o laborales a una decena de personas.

También se han firmado otras 27 sanciones por no llevar la mascarilla, obligatoria en todo el territorio aragonés, se respeten o no los dos metros de distancia. Por otro lado, se han tramitado cinco denuncias por alcoholemias y otras 30 por infracciones de tráfico, según los datos municipales.

Un balance que cierra una semana empañada por la crisis del coronavirus, que no ha permitido rendir el tradicional homenaje a San Lorenzo.