Los olivos centenarios de Belchite, conocidos por su gran porte y vistosidad, han sufrido numerosos destrozos tras las nevadas inéditas que ha dejado a su paso la borrasca Filomena en los últimos días. La totalidad de las 900 hectáreas de este cultivo que tiene municipio zaragozano se han visto afectadas, con la caída y rotura de ramas y árboles como consecuencia de la abundante nieve acumulada durante el temporal. Los agricultores de la zona están evaluando los daños y no descartan solicitar la declaración de zona catastrófica.

“Los destrozos han sido impresionantes”, relató este lunes Jesús Martínez Salvador, agricultor y productor olivarero de Belchite, una localidad vinculada históricamente a este sector. “Se nos ha ido el alma al suelo al ver cómo han quedado los árboles. Aquí la mayoría de las familias viven de la agricultura de una manera u otra”, se lamentó.

Belchite es una de las principales zonas de producción de aceite de oliva de la comunidad, junto con el Bajo Aragón, el Moncayo o el Somontano. Pero si por algo destacan los árboles de este municipio es por su gran tamaño, lo que ha provocado que se han rajado más intensamente por el sobrepeso de la nieve. “Son muy grandes porque son centenarios, por esto también los daños han sido mayores”, apunta este agricultor afiliado a UAGA. Preocupa además la proliferación de enfermedades vegetales como hongos que pueda producirse en los próximos meses al haber muchos cortes en los olivos.

Una campaña de baja producción

Los estropicios generados llegan tras una mala campaña por la baja producción que ha habido. La Cooperativa San Martin de Belchite, fundada en 1947, no prevé llegar al millón de kilos de aceituna, una de las cifras más bajas de los últimos años. “Estábamos expectantes ante la temporada que viene, confiando en que sería buena, pero con esto las ilusiones se nos han venido abajo”, señaló Martínez. A estos problemas se suma el de los bajos precios que viene soportando los olivareros en los últimos años.

Los olivareros se han puesto en contacto con los sindicatos agrarios para asesorarse sobre los pasos a dar ahora ante las pérdidas sufridas. “Estamos mirando todas las posibilidades”, afirmó. Entre ellas, no se descarta solicitar que se declare la zona zona catastrófica, además de pedir ayuda en materia de sanidad vegetal.