La Consejería de Sanidad levantó ayer la prohibición de beber agua de la red municipal de Marracos al descender los niveles de restos de lindano. Pero esta noticia positiva coincide en el tiempo con la publicación de datos que hacían referencia a la alta toxicidad que registró el pasado verano el río Gállego y que, según el Movimiento LindaNO, todavía no se habían dado a conocer.

Así, en Ardisa, la suma e isómeros arrojó 2,04 microgramos por litro el 28 de julio. Valores no tan altos pero igulamente no aptos para el consumo se dieron por aquellas fechas en Santa Eulalia y Piedratajada, según señaló ayer José Antonio Mallada, alcalde de la segunda población y miembro del movimiento.

"Esta noticia ha causado preocupación, desconcierto y enfado entre todos los afectados", subrayó el regidor, que dijo que los datos, facilitados recientemente por la Confederación Hidrográfica del Ebro, han permanecido ocultos todo este tiempo.

Por otro lado, Ecologistas en Acción ha denunciado en su boletín de internet que los sistemas de limpieza del lindano instalados en el barranco de Bailín adolecen de numerosos fallos en su instalación, funcionamiento y manejo.

En este sentido, la entidad señala que las balsas de decantación y los filtros de carbono colocados en esa zona presentan fallos que afectan gravemente a su eficacia.