Hoy finaliza la segunda moratoria para aplicar sin excepciones la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) que expulsa a las bicicletas de todo tipo de aceras. El equipo de Gobierno de Zaragoza decidió ampliar este periodo de adaptación de 15 a 30 días como consecuencia de la huelga de celo de la Policía Local. En teoría, la función de los agentes durante este periodo tenía que ser informativa, no sancionadora. Pero la plantilla de agentes aprobó en su última asamblea seguir aplicando de forma "estricta" la normativa y continuar así con el goteo de multas donde los autobuses y las bicis se han llevado la peor parte.

Por ahora no ha habido más policías expedientados por extralimitarse en sus funciones. Fuentes municipales confirmaron que los diez agentes sancionados en la primera moratoria han presentado alegaciones.

Desde el sindicato CSL denunciaron las presiones internas a las que están siendo sometidos los policías. "Desde jefatura están solicitando informes de denuncia para que el agente explique al detalle los motivos de la multa". Un hecho, dicen, que no es "habitual" y que "cuestiona" el trabajo de la plantilla.

Los representantes de los trabajadores informaron de que durante todo el año hay "al menos" cinco patrullas diarias --una por sector-- destinadas al control de las bicicletas y que ahora se limitan a cumplir con el reglamento.

El consistorio aprobó estudiar la suspensión de la tramitación de hasta 180 multas a bicicletas que se realizaron entre el 23 de septiembre y el 8 de octubre, durante la primera moratoria que coincidió con el inicio de la huelga de celo. También se interpusieron alrededor de 40 sanciones a los autobuses de Zaragoza. Fuentes de la empresa confirmaron que en esta segunda quincena solo han sufrido alguna "intervención puntual".