El Ayuntamiento de Zaragoza ha culminado la rehabilitación de la muralla medieval. Tras el susto que se produjo con el derrumbamiento de veinte metros de la pared que da a la calle de las Arcadas, los trabajos para recuperar la zona afectada ya han finalizado y se ha procedido a desmontar el andamio desde el que se ha estado ejecutando esta reparación.

Ha tardado casi un año en volver a lucir la apariencia que tenía antes de que se desplomara esta parte de la muralla el 4 de abril del 2013. Entonces, también la lluvia y el viento se apuntaron como causas de este derrumbe, al igual que ahora se ha producido con los 2.000 kilos que cayeron del alero del colegio Santo Domingo a la acera de la calle Predicadores o los cascotes desprendidos de la cornisa del colegio Joaquín Costa, ambos la pasada semana.

En el caso de la muralla, por fin los vecinos habrán visto satisfecha su queja, que ya existía antes del derrumbe.