La construcción mantiene su dinamismo en Aragón como lo demuestra el hecho de que la firma de hipotecas creciese en febrero un 18,6% respecto al mismo mes del 2018. Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) corroboran que este sector se ha convertido en uno de los que mejor comportamiento arrojan en los últimos meses. De hecho, la cifra de ocupados alcanzó los 34.700 al cierre del 2018, lo que supone un incremento del 13,9%, muy por encima de la media nacional, que se situó en el 8,3%. Además, el número de personas con trabajo en este sector repuntó respecto al 2017 en 4.200 personas.

Por tanto, esa tendencia tiene su traslado en la firma de hipotecas, aunque Aragón es una de las comunidades en las que más viviendas se pagan sin un préstamos hipotecario. Sea como fuere y, aunque la de febrero no es la mejor cifra en el conjunto de España, que pertenece a Asturias con un repunte superior al 55,6%, seguida de Castilla La Mancha (43,1%), La Rioja (39,3%), Cataluña y Extremadura, la comunidad ha demostrado en los últimos meses una tendencia más que positiva.

Las cifras publicadas ayer por el INE relevan que el número de viviendas hipotecadas en Aragón alcanzó las 809 durante el mes de febrero. Se trata un 11,1% menos que en enero, pero un 18,6% más respecto al año anterior. El capital prestado ascendió a 84,7 millones, lo que representa un respunte de casi el 30% respecto a hace un año.

Desde la perspectiva nacional, la firma de nuevas hipotecas para la compra de pisos creció en febrero un 9,2% en comparación interanual pero se redujo casi un 16 % respecto al mes anterior, y se situó en 31.018 contratos, de los que un 41,8% se formalizaron con referencia a un tipo de interés fijo.

El importe medio de las hipotecas inscritas ese mes en los registros de la propiedad fue de 123.911 euros, un 2,9% más que en febrero de 2018 y un 2,4% más que el pasado enero, según los datos provisionales publicados este lunes por el INE.

En cuanto al tipo de interés empleado en esos contratos, para los constituidos sobre el total de fincas, el tipo medio al inicio era del 2,64%, un 0,4% superior al de un año antes, y el plazo medio era de 22 años. Un 59,5% de las hipotecas para cualquier fin se firmaron con un tipo de interés variable, y un 40,5%, con tipo fijo.