El sector del automóvil ha levantado este año un poco el pie del acelerador (algo lógico tras el fuerte tirón de los dos últimos ejercicios), pero aún así continúa manteniendo su tendencia positiva. De hecho, las 68 empresas que forman el Clúster de Automoción de Aragón (Caar) prevén crear durante este 2019 unos 400 nuevos empleos (un 3% más), con lo que su plantilla conjunta se aproximará a los 12.700 trabajadores. El incremento en el 2018 fue más elevado (del 14% tras sumar unos 1.700 puestos), pero hay que tener en cuenta que los buenos datos de producción de Figueruelas no se han registrado este año en todas las fábricas españolas. Sea como sea, las 68 auxiliares del Caar van a crear en los últimos tres años unos 3.500 empleos gracias sobre todo el tirón de Opel.

«Mantener el mismo ritmo de crecimiento este ejercicio era complicado porque el salto de producción fue muy grande en el 2017 y el 2018, pero aún así seguimos en positivo», destacó ayer el gerente del Caar, David Romeral, tras participar en la sede de la DGA en una reunión encabezada por el consejero de Industria, Arturo Aliaga, y el presidente del clúster, Benito Tesier.

El encuentro, el primero tras el regreso de Aliaga a esta consejería, sirvió para analizar la estrategía del Caar de cara a los próximos años dentro de un sector estratégico para Aragón (esta industria emplea a 25.000 personas en la comunidad).

Tesier destacó que los socios del clúster siguen trabajando con «optimismo» también en materia de facturación. Así, prevén cerrar el 2019 con una cifra de negocio de 2.800 millones de euros, 200 más que el año anterior (más del 30% de sus ventas proceden del exterior).

Gracias al impulso de Opel, que ha seguido elevando su producción, y a la captación de pedidos de otras marcas, las empresas del Caar también van a lograr mantener las inversiones del año pasado por un importe de 120 millones de euros.

Además de este desembolso, las auxiliares aragonesas han seguido adaptándose a los desafíos tecnológicos del coche eléctrico. Así, durante este año han invertido 25 millones en iniciativas asociadas a este tipo de vehículo, una apuesta que se mantendrá en el 2020 y el 2021 con otros 25 millones en cada uno de los ejercicios gracias a las ayudas lanzadas por la DGA con este fin. Todo ello, y la llegada del Corsa eléctrico a la planta de Figueruelas en unos meses, van a permitir a la comunidad estar muy bien posicionada en esta nueva movilidad.

NUEVOS COMPONENTES

Con todo, Aliaga abogó por trabajar con mucha antelación porque la próxima generación del Corsa tendrá nuevos componentes en materia de electrónica o sensorización. En esta misma línea se manifestó Tesier, quien reclamó una apuesta por captar empresas desarrolladoras de tecnologías para que se instalen en el territorio y hacer que el «ecosistema» de automoción sea competitivo. «Tenemos que conseguir que los vehículos del futuro no solo se ensamblen en Aragón, sino que sus componentes también se fabriquen aquí», dijo Tesier

Adaptarse a estas nuevas tecnologías (electrificación o coche autónomo y comunicado) requerirá de un gran esfuerzo por parte de las empresas. Por ello, Tesier pidió la ayuda de la DGA. Un apoyo que Aliaga se comprometió a mantener en materia de formación de trabajadores o para seguir impulsando la adaptación al coche eléctrico.