El fiscal rebajó ayer la petición de pena para el ciudadano francés acusado de matar en el 2003 a Johannes Engel en la localidad oscense de Aler. Redujo los 24 años iniciales a 19 y medio, mientras que la defensa, que al comienzo de la vista oral solicitaba la absolución, pasó a pedir seis años de cárcel. Ahora solo falta que el jurado se reúna mañana y dé su veredicto sobre el caso.

La rebaja del ministerio público, que calificó los hechos de asesinato, se debió a la introducción de la atenuante de confesión. La abogada defensora, Carmen Sánchez, consideró que los hechos constituyen un delito de homicidio, dado que, en su opinión, no se trató de un ataque por sorpresa cuando el acusado, Walter Jerôme Carvajal, efectuó varios disparos con un arma de fuego, dos de los cuales alcanzaron a su víctima.

Se trató de una pistola dotada de silenciador y con la que se efectuaron disparos a una distancia entre 20 y 150 centímetros, según señalaron los peritos que tomaron parte en la segunda sesión de la vista oral, que duró en total tres días.

Para la defensora, su cliente, del que dijo que tenía una alteración psíquica que disminuye su responsabilidad, actuó para repeler un ataque previo.

Carvajal se dio a conocer, sobre todo, cuando aprovechó que el Supremo había anulado la primera sentencia condenatoria, en el 2008, para huir al Caribe. Desde ahí escribió a la Audiencia manifestando que se encontraba bien y que solo quería un juicio justo. El año pasado fue localizado en Francia, tras una huida de casi 10 años, y extraditado a España para ser juzgado.

Al término de la vista oral, el acusado tomó la palabra y, tras reconocer que se fugó, aseguró que lo hizo para curarse y eludir las supuestas amenazas de la Policía. Asimismo, manifestó que padece un cáncer y que se encuentra «muy mal» de salud.

El suceso por el que ha sido juzgado pudo tener su origen en el hecho de que existía malestar entre la víctima y el acusado por el cobro de unas de deudas.