El ministerio público incrementó ayer la petición de penas para los tres menores acusados de matar a un joven argelino en la calle Princesa de Zaragoza, en noviembre del 2018, clavándole un machete que alcanzó la arteria femoral en la pierna y provocó una hemorragia mortal. En la última sesión del juicio, la fiscala solicitó para F. M. G. S., el principal acusado, ocho años de internamiento en lugar de siete y medio como al principio. Asimismo, pidió siete años para A. H. B. (frente a los siete y medio iniciales) y cinco para J. J. R, para quien había reclamado al comienzo cuatro años y medio.

De esta forma, la petición de Fiscalía se equipara prácticamente con la efectuada por el acusador particular Carlos Vela, que intervino en el juicio como representante de la familia de la víctima, Sami Hamidi. Ambos acusadores solicitaron también varios años de libertad vigilada una vez que termine la estancia en el centro de reforma.

Por su parte, Carmen Sánchez Herrero, abogada de F. M. G. S., pidió un año de internamiento y otro de libertad vigilada, en tanto que responsable de un delito de lesiones con dolo en concurso ideal con otro de homicidio por imprudencia, con la atenuante de embriaguez. «Mi cliente solo iba a lesionar, de ahí que alcanzara a Sami en la cara externa del muslo», explicó la letrada, que señaló que F. M. G. S., de 17 años y nacionalidad española, no buscaba la muerte de la víctima.

La abogada María Pilar Alda, que defendió a J. J. R., solicitó la libre absolución. Este menor está acusado de entregar el arma homicida al presunto autor del hecho, pero según la letrada no se han aportado pruebas de que así fuera y el arma «ni siquiera ha sido encontrada». De hecho, manifestó que la única testigo que aseguró en fase de instrucción haber visto esa acción de pasar el machete se desdijo ayer ante la jueza de menores.

En cuanto a la abogada Noelia Liroz, que representó a A. H. B., acusado de «dar cobertura» al principal acusado al cometer la agresión, solicitó asimismo la libre absolución. En su caso, unos testigos dijeron que lo vieron reforzando a su compañero y otros negaron que hubieran sido así.

La sesión de ayer, que duró más de cinco horas, estuvo dedicada al final de la prueba testifical y a los informes de los forenses. La principal testigo de cargo se retractó en la vista oral de sus afirmaciones durante la investigación policial y judicial y negó que hubiera reconocido a los tres acusados como los autores de la agresión.

Cambió su testimonio y manifestó que sabía lo ocurrido de forma indirecta, por no haberlo presenciado. Ante esta actitud, la fiscala solicitó que se deduzca testimonio por la presunta comisión de un delito de falso testimonio, según informó el acusador Carlos Vela.

Los forenses, por otro lado, aseguraron que la herida sufrida por Sami Hamidi hubiera requerido una actuación muy rápida, casi instantánea, de los medios sanitarios, para detener la hemorragia y que hubiera habido posibilidades de salvarle la vida. La trayectoria de la lesión era de abajo a arriba, desde el muslo hacia la ingle, con una profundidad tal que afectó a la arteria femoral, de forma que en cuestión de unos pocos minutos el infortunado joven falleció a causa de una hemorragia.