La Fiscalía Provincial de Zaragoza ya está estudiando la posibilidad de recurrir la absolución del crimen de Falconetti, en el que fue enjuiciado Pablo Miguel Canales por el asesinato, decapitación y posterior calcinado de la víctima. El jurado consideró que no había pruebas suficientes para determinar que el encausado fue el autor, aunque es evidente que estuvo en la escena del crimen, tal y como le localiza una huella palmar ensangrentada que apareció sobre una pared.

Según fuentes del ministerio público, aunque están a la espera de que el magistrado presidente del tribunal popular, Francisco Picazo, redacte la sentencia, la acusación pública está estudiando el veredicto contestado por los nueve hombres justos. Del mismo modo está trabajando el abogado de la familia del fallecido, Javier Notivoli, quien reconoció que la decisión del jurado fue «inesperada», a la vez que resaltó que «no encuentra explicación razonable a la existencia de la huella palmar ensangrentada, salvo que el dueño de esa huella ha participado en el crimen y si es así, bien como autor material o como cooperador necesario, es culpable». A esta explicación añade el hecho de que Canales «se ha hartado de decir que mató a Montori». Los miembros del jurado popular señalaron que durante la celebración del juicio en la Audiencia de Zaragoza «no se despejaron muchas de las dudas» planteadas en este crimen ocurrido en 1996. Llegaron a afirmar que las pruebas incriminatorias «eran insuficientes».

MACABRO CRIMEN / El tribunal popular señaló que Eduardo Montori falleció de muerte violenta entre los días 9 y 14 de septiembre de 1996 como consecuencia de 17 heridas producidas en el pecho por un arma blanca. Afectaron al corazón, a los pulmones y la herida en el cuello le sesgó la carótida. El cuerpo de Falconetti apareció decapitado y su cabeza jamás ha aparecido. No obstante, consideran que nada de ello es atribuible al hombre que se sentó en el banquillo. Actualmente, el procesado se encuentra en la cárcel donde cumple una condena de dos años de prisión por agredir al dueño de un bar y amenazar a un policía local de Ejea.