La Fiscalía considera que ninguno de los tres cuñados de Vanessa Barrado --Miguel, Manolo y Jéssica M. M.-- ayudó a su hermano Cristóbal a degollar a la joven la noche del 28 al 29 de junio del 2012 en su casa de Cadrete después de que la pareja discutiera al hacerle saber ella que había decidido romper la relación.

El ministerio público imputa a Cristóbal M. M. un delito de asesinato, otro de estafa y un hurto --estos por extraer dinero con la tarjeta de la fallecida--, además de un cargo de integración en grupo criminal que también atribuye a sus tres hermanos, a los que únicamente acusa de encubrimiento --por no denunciar el crimen--, estafa y hurto. Esta es la primera ocasión en la que la Fiscalía de Zaragoza aplica el delito de grupo criminal en un caso de asesinato.

Los cuatro hermanos comparecieron ayer en el Juzgado de Violencia contra la Mujer número 2 de la capital aragonesa, que celebró la comparecencia previa de concreción de cargos y petición de prueba que establece la Ley del Jurado. Solo Cristóbal hizo uso de la palabra, en este caso para declararse inocente.

SOBRESEIMIENTO

Los cuatro abogados de la defensa --Javier Osés, Carmen Sánchez, Soraya Laborda y María José Andrés-- pidieron el archivo de la causa por falta de pruebas contra sus clientes.

Sánchez pidió al juez que ordene estudiar el estado mental de Manolo, que padece una disminución auditiva y que estaba en la casa de Cadrete la noche en que la investigación sitúa el crimen. Laborda solicitó analizar la adicción al alcohol de Miguel, sospechoso de haber ayudado a Cristóbal a descuartizar a Vanessa, y sus efectos en la fecha de autos.

Andrés, por su parte, sostuvo que Jéssica accedió bajo amenazas de Cristóbal -"donde cae una caen dos", sostiene que le dijo-- a vender las joyas de Vanessa, por lo que pidió aplicarle --en caso de condena-- la atenuante de miedo insuperable, además de otra de confesión por su colaboración con la Policía.

FAMILIA

La Fiscalía sostiene que esa noche Manolo no presenció el crimen y ni siquiera pudo sospechar que Cristóbal lo hubiera cometido --estaba en su habitación cuidando a la hija de tres años de la pareja por indicación de su hermano--, aunque anota que fueron ambos, con la ayuda de Miguel, quienes después descuartizaron el cadáver de Vanessa Barrado.

La familia de Vanessa sostiene que Cristóbal no fue el único autor del crimen, sino que le ayudaron sus dos hermanos varones. Mantienen esta tesis tanto la acusación particular que ejerce la abogada Sonia González en nombre del padre y el hermano de la víctima como la que lleva el letrado Enrique Trebolle en nombre de la madre, la abuela y seis tíos y tías de la joven.

Las acusaciones particulares mantienen que los tres hermanos atacaron a la muchacha siguiendo un plan preconcebido en el que, tras agredirla, Cristóbal le cortó el cuello mientras Miguel y Manolo la sujetaban. Jéssica no participó en la muerte, según su tesis.