La Fiscalía solicita una condena de cinco años de prisión para un joven de origen marroquí que hoy se sentará en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal de Teruel acusado de un delito de lesiones por las graves heridas que sufrió, la madrugada del 3 de marzo del año pasado, un portero de un bar de copas de la zona de Caldereros con el que mantuvo un enfrentamiento tras una primera discusión.

El ministerio público calificó inicialmente el asunto como un delito de homicidio en grado de tentativa, aunque, posteriormente, la Audiencia Provincial, al avalar un recurso del abogado del marroquí, el caspolino Javier Catalán, modificó esa valoración y la catalogó como un delito de lesiones.

Los hechos sucedieron de madrugada. Tras discutir, el acusado se fue a su casa y regresó con un cuchillo. Se enzarzaron de nuevo y, tras caer al suelo, el portero sufrió unas lesiones por las que tuvo que ser hospitalizado.

VERSIONES El herido, de origen colombiano, siempre ha sostenido que fue víctima de una agresión. El acusado, por su parte, ha mantenido en todas sus declaraciones que en ningún momento tuvo intención de lesionarlo, y que las heridas se produjeron de manera accidental al caer los dos al suelo cuando la víctima le desequilibró con una maniobra en la que le segó las piernas mientras forcejeaban.

El acusado, que tiene papeles para residir y trabajar en España, lleva en prisión preventiva quince meses, una cuarta parte de la máxima pena a la que se enfrenta.

Sobre la víctima pesa una orden de deportación por haber vulnerado la normativa sobre extranjería. La Fiscalía se opuso a que la Subdelegación del Gobierno en Teruel la ejecutara al considerar que su presencia en España era indispensable para que declarara como testigo en el juicio.