La Fiscalía pidió ayer siete años de prisión para el colombiano J. R. S., al que agentes de la Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía intervinieron el pasado 12 de junio seis kilos de cocaína y un laboratorio. La defensa pidió la absolución en el juicio celebrado ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

El acusado, que se encuentra en prisión preventiva y que se negó a responder a la Fiscalía, explicó a preguntas de su letrada que si confesó los hechos tras ser detenido fue "porque estaba bajo presión". "Los policías me dijeron que si no lo asumía encerrarían a mi esposa, que también había sido arrestada, y que me quitarían a mis hijos", añadió, antes de asegurar que desconocía que contenía el paquete que llevaba encima y que no sabía que en su coche y en el trastero había cocaína.

Los agentes de Extranjería que participaron en el dispositivo explicaron que andaban tras los pasos de J. R. S. dentro de una actuación "rutinaria" en la que buscan a personas sobre las que pesan órdenes de deportación.

FORCEJEO

Los policías indicaron que, cuando lo interceptaron por la zona de La Romareda, J. R. S. les mostró una fotocopia de su pasaporte. Inmediatamente, dijeron, golpeó a uno de los agentes y salió corriendo.

Uno de ellos lo interceptó mientras el otro se hacía cargo del paquete que había arrojado, que resultó contener un kilo de cocaína.

Al registrar su casa hallaron el mando a distancia de un garaje y las llaves de un coche y de un trastero. En el vehículo encontraron tres maletas: una contenía una prensa, otra sustancias precursoras utilizadas para procesar la cocaína y la tercera un kilo de cocaína. En el cuarto hallaron cuatro kilos más y algo similar a un laboratorio.