Una condena que vaya más allá de la habitual prisión e indemnización a la víctima. Eso es lo que acaba de proponer la Fiscalía Provincial de Zaragoza con respecto a Alfredo W. S. para quien pide que sea sometido a un programa de educación sexual, después de que fuera arrestado, a principios de este año, por acosar a la dependienta de una tienda en la capital aragonesa. Asimismo, solicita que sea privado de libertad durante 17 meses

El juicio contra este joven natural de República Dominicana se celebrará en los próximos días. Los hechos por los que se sentará en el banquillo se remontan al 13 de enero del 2018. Quedaban minutos para que la tienda de la firma Stradivarius de la calle Delicias de la capital aragonesa cerrara al público. Aún quedaban clientes dentro, mientras las empleadas recogían la ropa. Fue en ese momento cuando, según la acusación pública, el procesado se bajó los pantalones y refrotó sus genitales contra una de las dependientas que se encontraban en el establecimiento. Ella, en ese momento, se encontraba agachada.

Una situación que observó un hombre que estaba en el interior del establecimiento y que no dudó en coger por los hombros a Alfredo W. S. y lo echó a la calle. El Cuerpo Nacional de Policía le detuvo en las inmediaciones de la tienda y constató que se encontraba bajo los efectos del alcohol. A esos agentes les aseguró que «intentaba enamorar a la mujer», si bien ante el juez instructor señaló: «No tengo ni idea de si realmente tuve algún tipo de contacto, bien sea hablar con la denunciante o acercarse demasiado a ella, me es imposible recordarlo».

CONSTAN 15 ANTECEDENTES // Sobre el joven constan una quincena de antecedentes policiales, entre ellos por robo con fuerza e intimidación, así como por abuso sexual, atentado y resistencia. En el momento de su arresto estaban vigentes varias reclamaciones de juzgados de Valencia.

Durante su comparecencia, su abogada defensora, Cristina Remón, presentó un informe realizado en la Unidad de Atención y Seguimiento de las Adicciones del Hospital Nuestra Señora de Gracia de la capital aragonesa en el que se destaca que el paciente fue derivado por su médico de Atención Primaria por un trastorno esquizofrénico al que se añade el consumo de alcohol. Durante el tiempo que estuvo en tratamiento, el encausado acudió a las consultas en las que reconoció que además de los problemas con la bebida también consumía cannabis.

En junio del 2017 comenzó a sufrir síntomas propios de la esquizofrenia y, según el informe, «comenzó con mareos, apatía y abulia». Al mes siguiente dejó de acudir a las consultas en dicha unidad, si bien está siendo tratado por la Unidad de Salud Mental de su ambulatorio.

La Fiscalía, por su parte, destaca un informe forense que resalta que no presenta alteración de la imputabilidad salvo en los momentos de abuso de alcohol en los que «se vería levemente disminuida». Ante ello, la acusación pública también pide que Alfredo W. S. se someta a un tratamiento de deshabituación del alcohol. Mientras se realicen estos programas, el fiscal pide que esté en libertad vigilada.