Afinales del año pasado y después de cuatro meses de vigilancias y seguimientos, la Unidad de Drogas y Crimen Organizaco (Udyco) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvo por tráfico de drogas a seis jóvenes en el interior del club social cannábico La Chimenea, situado en la plaza san Miguel de la capital aragonesa. Ahora, cada uno de ellos se enfrenta a dos años de prisión y al pago de una multa de 70.000 euros.

El ministerio público señala que «bajo la apariencia de legalidad que pueda parecer el derecho constitucional de asociación, en realidad se venían dedicando a la venta y suministro de drogas, marihuana y hachís, principalmente, a los distintos jóvenes e individuos que a dicha sede se acercaban diariamente, tanto a los socios del club como a los que no pertenecían al mismo». Asevera la Fiscalía Provincial de Zaragoza que pagaban 10 euros el gramo cuando la Oficina Central Nacional de Estupefaciente fija el precio en 4,86 euros el gramo.

Resalta esta acusación que «tal era el flujo de compradores, lo que estaban escasos minutos en el local, que generaban molestias y quejas en el vecindario en el que estaban». De hecho, señala que hay registradas catorce intervenciones en las que se descubrió a personas que no pertenecían a dicha asociación. Una situación que generó varias actas de infracción.

El día en el que los agentes de la Udyco realizaron la entrada y registro del local hallaron en el interior cannabis por valor de 42.731,73 euros, así como libretas con anotaciones encontradas en la inspección. La media de venta diaria era de 1.339 euros. Añade también que, pese a la intervención policial, los acusados siguieron desarrollando dicha actividad ilícita en fechas posteriores. Por ello, la autoridad pertinente levantó varias actas de infracción contra los compradores de droga en las diferentes vigilancias llevadas a cabo entre enero y febrero de este año.

Desde la defensa de los encausados, que ejerce el penalista José Luis Melguizo, respetan la labor de la Fiscalía, si bien no comparten los términos del escrito. Este abogado señala que asociación es legal (registrada en el Registro central de asociaciones de la comunidad autónoma de Aragón ) y que se constituyó sin ánimo de lucro y sin finalidad delictiva alguna. «Fue siempre para un consumo privado y responsable», destaca.

«No me parece ni oportuno ni adecuado sentar en el banquillo a todos aquellos socios que se encontraban en la Asociación en el momento de practicarse la entrada y registro del local, por el mero hecho de encontrarse allí», recalca.