La Fiscalía de Zaragoza pidió ayer que ingrese en prisión un empresario zaragozano, José Ignacio Nonay Gil --condenado por estafa por el Tribunal Supremo--, después de que suspendiera un juicio al alegar que iba a ser operado de vesícula en una clínica privada de Navarra.

El representante del ministerio público puso en duda este hecho, mientras recordaba sus antecedentes penales y que no es la primera vez que se aplaza la vista oral. No obstante, la Audiencia de Zaragoza le citó el próximo 14 de enero, junto a los acusados Francisco Lizano y Valeriano Mayayo por una presunta estafa inmobiliaria de 220.000 euros en La Puebla de Alfindén.

Los procesados se enfrentan a tres años de prisión, mientras que la acusación particular eleva la pena hasta un máximo de seis años de cárcel.