La Fiscalía pidió ayer un año de prisión, además de la prohibición de acercarse a su hija de 16 años durante tres, para P. L. G., al que acusa de un delito de violencia doméstica por haberle dado una bofetada a la muchacha.

La muchacha, que vive con su madre pero pasa los fines de semana con su padre, se acogió ayer, en el Juzgado de lo Penal número 9 de Zaragoza, al derecho a no declarar.

P. L. G., que pasó 30 horas detenido, explicó que un domingo, tras negarse él a pagar la reparación de un móvil que le pedía la chica, esta comenzó a aporrear las puertas de la casa hasta causar daños en la principal. La muchacha le insultó, dijo, y se negó a ir a comer a casa de sus tíos.

Acto seguido, el padre entró en la habitación en la que estaba la menor y le dio una bofetada. Unos vecinos que lo oyeron llamaron a la Policía, que arrestó a P. L. G. Este anotó ayer que atiende todas las peticiones de su hija, pero ella reacciona violentamente cuando no lo hace.

La abogada de la defensa, María José Andrés, pidió la absolución de L. P. G. alegando que este solo ejerció su deber de corrección, consistente, según señala la jurisprudencia, en educar, poner disciplina y corregir a los hijos. La bofetada no provocó lesiones.