La Fiscalía de Zaragoza ha recurrido la puesta en libertad de los siete detenidos en Caspe por la Guardia Civil en una macroperación contra la trata de seres humanos para explotación sexual. Tras pasar a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Caspe, su titular acordó dejarlos libres.

El modus operandi era, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, el de contactar con jóvenes en países latinoamericanos a los que les ofrecían trabajo en hostelería. Les compraban los billetes del avión y entraban a España a través de los aeropuertos de Barcelona o Palma de Mallorca. Ahí había dos personas que las recibían y, supuestamente, las trasladaban a Caspe.

Allí eran obligadas, presuntamente, a ejercer la prostitución para saldar la deuda contraída que en algunos casos, según las denunciantes, superaba los 15.000 euros. Vivían en domicilios diseminados por la localidad zaragozana y eran explotadas sexualmente en el club de alterne, según los investigadores. Del dinero que cobraban, la organización se quedaba el 75%. Les cobraban hasta por el cambio de las sábanas entre servicio y servicio.

El dinero que percibían de esta actividad, supuestamente, era blanqueado en una pizzería y un gimnasio de la localidad caspolina.