La línea del AVE Madrid-Lérida acaba de cumplir un año y aún no se sabe cuánto costará subsanar los problemas técnicos que arrastra. Un portavoz del Ministerio de Fomento confirmó ayer que alcanzar la velocidad requerida, un mínimo de 300 km/h, implicará una "fuerte inversión adicional", debido a que las anomalías detectadas son aún más graves de lo que al principio se temía. El principal problema es el balasto, el lecho de piedras sobre el que asientan las vías y que salta en las pruebas de velocidad. También se deben resolver las dudas sobre la fiabilidad del sistema de señalización, que las contratistas comprometen tener listo para el próximo verano.

La propia ministra, Magdalena Alvarez, ha reiterado en los últimos días declaraciones que apuntaban en este sentido. "Vamos a sacar ese sucedáneo de AVE y convertirlo en un AVE de verdad. Eso es mucho dinero, pero no puede reflejarse en los presupuestos porque es prácticamente imposible calibrar el gran esfuerzo financiero que vamos a tener que hacer", dijo en el Congreso.

También en un programa de TV3 la ministra advirtió que subir la velocidad de los 200 km/h actuales a 300 km/h va a costar "mucho más caro".

PENDIENTE DE CUANTIFICAR La cuantía del sobrecoste no se puede precisar porque la auditoría encargada por Fomento para diagnosticar los problemas de la línea no estará lista hasta fin de mes. El ministerio pretende, además, que "el máximo posible" sea asumido por las empresas responsables de las anomalías.

El problema que ahora mismo trae de cabeza a los técnicos del Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), la sociedad estatal del AVE, es el balasto. Las consultoras Ineco y Tifsa certificaron hace unos meses que más del 15% del balasto no cumplía las especificaciones exigidas tanto en tamaño como en desgaste, una conclusión basada en más de cien muestras extraídas en todos los tramos de la línea del AVE.

El alcance del problema se comprobó en los ensayos con uno de los trenes de Talgo-Bombardier, realizado entre Guadalajara y Medinaceli. El tren llegó a alcanzar los 366 km/h y succionaba las piedras.

Los técnicos están divididos. La solución definitiva y más costosa sería levantar el balasto que no cumple con las características exigidas por el propio GIF. Otra solución, ya empleada en Japón, es perfilar y rebajar al máximo el balasto y aplicar un elemento fijador. Técnicos del país asiático han visitado incluso la línea.

El otro problema es la señalización. El nuevo sistema ERTMS, que permitirá alcanzar los 300 km/h, ya funciona con garantías, pero aún se debe comprobar que los equipos instalados en los trenes reciben las órdenes. Las contratistas se han comprometido por escrito ante Fomento a tenerlos listos en julio del 2005. La ministra ha preferido curarse en salud y en público ha hablado de que los equipos llegarán en el segundo semestre del 2005.