La ordenanza municipal aprobada por el nuevo equipo de gobierno también incide en los solares de la ciudad, a cuyos propietarios se obliga a conservar en condiciones de limpieza, seguridad y vallado. La actual normativa ya lucha contra la especulación del suelo, obligando a la construcción forzosa una vez finalice el plazo de no edificabilidad del terreno en cuestión. La legislación autonómica recoge la facultad del ayuntamiento para crear el llamado registro de solares y aplicar el régimen de edificación forzosa mediante concurso o subasta. De hecho, el consistorio ya dispone de uno, aunque su aplicación se basa en el Reglamento de Edificación Forzosa de 1964. En los últimos cuatro años, sólo se ha forzado la venta de un máximo de dos solares, aunque el primero con el sistema de concurso se ha producido esta misma semana. A partir de ahora, el ayuntamiento ha obtenido un refuerzo legal para imponer el "reclamado, socialmente, fomento a la edificación".