El Ministerio de Fomento invertirá en torno a un millón de euros en la mejora del puente que cruza el Gállego a la altura de la localidad de Zuera, en la carretera N-330. La obra supondrá intervenir en el tablero y también en los laterales, con el fin de dotarlos de aceras anchas que permitan el paso seguro de los peatones.

El viaducto de Zuera ha sido objeto de otras obras con anterioridad, pero la nueva iniciativa constituye una actuación en la que la estructura se renovará por completo.

"Se va a hacer en fases y se colocará un nuevo tablero", explicó ayer José Manuel Larqué, del equipo de gobierno popular en el consistorio. "Lo único que no se tocará serán las pilastras, aunque se reforzarán", señaló el concejal.

Está previsto que las obras comiencen la segunda semana del próximo mes de enero y que estén terminadas al cabo de tres meses. De momento, ya se han empezado a señalizar los accesos al puente, que se construyó a caballo de los siglos XIX y XX.

El puente sobre el Gállego ha sufrido un fuerte desgaste durante los últimos 30 años. La construcción de la autovía A-23, que en ese tramo se utiliza desde finales de la década de los 90, desvió casi todo el tráfico a la nueva infraestructura.

Pero aun así el antiguo viaducto sigue registrando un intenso paso de vehículos, dado que comunica Zuera con el barrio de la Estación y con un polígono.

Las obras de renovación deberían haberse llevado a cabo la pasada década, pero la crisis económica dio al traste con el proyecto existente, "por lo que no quedó más remedio que seguir insistiendo", señaló Larqué.

El puente se diseñó por primera vez en 1861, si bien tardó todavía mucho tiempo en hacerse realidad. Las crónicas indican que en tiempos lejanos se empleaba una barca para pasar de una a otra orilla y que en determinadas épocas del año el cauce se podía vadear gracias a que se cubría de paja.