El Ministerio de Fomento ha licitado el contrato para la ejecución de las obras de acondicionamiento de la N-260 en el tramo que discurre entre el Congosto del Ventamillo y Campo, en la provincia de Huesca. Los trabajos supondrán una inversión de 46,3 millones, según publicó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El objetivo de esta actuación es acondicionar un tramo de casi 12 kilometros de esta carretera de montaña, que discurre por un espacio natural de «elevado interés ambiental y acusada fragilidad», según informó ayer el Ministerio de Fomento. En concreto, este tramo de la N-260 se encuentra comprendido entre los kilométros 391,600 y 404,150.

Las obras incluyen las actuaciones de conservación y rehabilitación del firme en el tramo correspondiente al Congosto del Ventamillo, entre los puntos kilométricos 388,100 y 391,600, donde por razones ambientales se conserva el trazado y la sección transversal de la carretera actual. También se incluye la rehabilitación de firme en la travesía de Seira. La actuación se desarrolla en los términos municipales de Castejón de Sos, Seira y Campo, todos ellos en la provincia de Huesca.

UNA CALZADA ESTRECHA

Uno de los problemas de la vía es la escasa anchura de la carretera, de solo unos 5,5 metros, con ligeros sobreanchos de hasta 6 metros y estrechamientos hasta los 4,5 metros en zonas puntuales que dificultan el cruce de vehículos.

La solución consiste en la ampliación de la plataforma de la carretera N-260, adoptando una anchura de 8 metros, con dos carriles de 3,50 metros y arcenes de 0,50 metros. La ocupación y el impacto en las zonas más conflictivas que discurren junto al río Ésera se minimizarán mediante la construcción de voladizos apoyados y anclados a la roca.

También se dotará a la carretera de sobreancho en las curvas, lo que facilitará el cruce de dos vehículos pesados o autobuses. El proyecto incluye la ejecución de dos túneles de 265 y 540 metros de longitud, respectivamente.