El Ministerio de Fomento trabaja en habilitar una solución provisional para reabrir la carretera N-330 en Monrepós en un plazo de 7 a 10 días, aunque la reposición definitiva del eje viario se prolongará por espacio de un número de meses todavía sin precisar.

Así lo ha asegurado hoy a los medios de comunicación el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, antes de tomar parte en una reunión convocada en el Centro de Emergencias del 112 para analizar la actual situación de la avenida extraordinaria del río Ebro a su paso por la Comunidad.

El responsable institucional ha explicado que las graves afecciones causadas por el agua en Monrepós, grandes grietas y hundimientos de calzada, han llevado a los técnicos de Fomento a proponer la habilitación de un tramo de 300 metros sobre el actual trazado de la carretera.

Este tramo, ha añadido, se ubica en una zona sobre piedras aparentemente segura que los técnicos evalúan desde hoy para tratar de que esté operativo en el referido plazo, y en caso, ha advertido, de que no surjan "nuevas complicaciones" que impidan su ejecución.

El nuevo tramo proyectado sería de carácter bidireccional y estaría abierto a todo tipo de vehículos, incluidos los de gran tonelaje, que actualmente circulan por la vía alternativa por la autonómica A-132.

Alcalde, que ha incidido en el carácter "vital" de esta infraestructura para la economía y las comunicaciones en general, ha agradecido la labor de los técnicos en geotecnia y de ingenieros de Fomento desplazados ayer a Monrepós para buscar soluciones "seguras" en el menor plazo de tiempo posible.

Ha explicado que los técnicos se han comprometido a aportar una solución técnica definitiva para el tramo afectado en un plazo de 15 a 20 días, aunque ha advertido a renglón seguido de que su ejecución "va a llevar meses".

Un tiempo que, sin embargo, no demorará, ha subrayado, el plazo previsto para la entrega del tramo de autovía actualmente en ejecución, que abarca el primer trimestre del próximo año.

Según ha explicado, las grietas se produjeron como consecuencia de un deslizamiento de ladera en la zona en la que se había habilitado un camino provisional para la derivación del tráfico durante las obras.

Las lluvias continuas e ininterrumpidas a lo largo de los últimos días son, a juicio de los técnicos, las causantes del debilitamiento del terreno y de su desplome hacia la zona de Caldearenas, donde se ubica el trazado en obras.

El responsable institucional ha destacado que los técnicos de Fomento, que sobrevolaron ayer la zona para estudiar el terreno, han iniciado ya labores de cata con el fin de obtener datos de interés para la elaboración de una solución definitiva.

Ha valorado, por otra parte, el esfuerzo del Gobierno aragonés en habilitar los medios necesarios para garantizar el funcionamiento de la vía alternativa a través de la A-132 por la que se deriva desde ayer todo el tráfico que canalizaba la N-330.

En relación a esta alternativa, el consejero de Vertebración del Territorio en Aragón, José Luis Soro, ha reiterado la disposición del Ejecutivo regional a "garantizar" que la carretera A-132 permanezca abierta al tráfico, a pesar de ser una vía "no pensada" para soportar un intenso tránsito, especialmente de vehículos pesados.

Ha destacado que la prioridad de su departamento es evitar que este eje pueda sufrir cortes como el ocurrido días atrás.

Por esta razón, personal técnico del Gobierno aragonés recorre cada día tres veces el trayecto de esta carretera para realizar un control continuo de su estado.

Además, se ha trasladado maquinaria pesada a poblaciones próximas a las zonas afectadas por desprendimientos a fin de actuar con la mayor urgencia posible en caso de incidencias.

Soro ha explicado, asimismo, que personal de carreteras informará y regulará el paso de vehículos pesados en el punto "más conflictivo" del eje, un antiguo puente sobre el embalse de La Peña que no permite el paso simultáneo de dos camiones.