La sociedad Aramón, propietaria de la estación de esquí de Formigal, que no ha abierto aún sus puertas desde el inicio de la campaña de deportes de invierno el pasado puente de la Inmaculada, aseguró ayer que las instalaciones se encuentran cerradas "por la falta de nieve".

Con estas declaraciones, los responsables del centro invernal salían al paso de las insinuaciones de Chunta Aragonesista en el Alto Gállego, que el pasado domingo señaló que las grietas aparecidas en la zona en obras de la estación durante el pasado mes de octubre podrían estar detrás de su cierre al público.

"No es cierto que las grietas obliguen a mantener las pistas cerradas, lo que ocurre es que ha nevado poco y que el viento que sopla estos días está dificultando todavía más que se forme una capa de nieve de grosor suficiente para esquiar", indicó un portavoz de Aragón que aseguró que la estación abrirá "en cuanto haya una innivación correcta".

Las obras de ampliación de la estación de Formigal, empezadas el pasado verano, han de dotarla de cinco nuevos remontes y de un gran párking al aire libre con capacidad para 2.000 vehículos. Ambas zonas se han visto afectadas por la aparición de grietas "que los expertos están analizando en estos momentos", según Aramón.

Las mismas fuentes indicaron que, contra lo afirmado por las asociaciones ecologistas contrarias a los trabajos de ampliación, el nuevo edificio de la zona en obras no presenta ninguna grieta. "No se abre al público porque es muy grande y no está todavía terminado", aseguraron en Aramón.

La entidad propietaria de la estación, en la que participan la DGA e Ibercaja, afirmó asimismo que las grietas son "normales" cuando se producen grandes movimientos de tierras.