Los primeros días de mandato suelen estar acompañados de gestos. Además de los tradicionales momentos de redecoración y personalización de los despachos, hay algunos actos con claro tinte político. Por ejemplo, ocultar o lucir una foto del Rey Felipe VI.

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha vuelto a colocar una fotografía que Felipe VI dedicó a Zaragoza cuando todavía era príncipe. «Al Excelentísimo Ayuntamiento de Zaragoza con mi afecto y agradecimiento», reza el texto de su majestad el rey, entonces muy joven, y que ha estado durante cuatro años «oculto en un cajón», según Azcón. Es decir, el tiempo que Pedro Santisteve (ZeC) ocupó el despacho de Alcaldía.

A través de un mensaje de Twitter, red social muy utilizada por el primer edil, anunció que esta imagen volvía a lucir en su despacho. «El anterior alcalde metió en un cajón esta foto que un joven Príncipe Felipe dedicó a Zaragoza. Hoy ha vuelto al despacho de Alcaldía coincidiendo con el quinto aniversario de la proclamación de Felipe VI como Rey de España. Esta ciudad siempre estará orgullosa de su monarca», explicó en el tuit.

Azcón todavía no ha decidido si, dentro de esa política de gestos, volverá a colocar el crucifijo en el salón de plenos y que Santisteve también mandó retirar durante las sesiones plenarias. Desde entonces, luce en una vitrina de la planta noble. No fue el único gesto (político) de Santisteve porque las banderas que ondeaban en el balcón, como la republicana, ecuatoriana o griega, tenían un gran valor simbólico.