Fraga espera poder ofrecer a partir de hoy alojamiento a los temporeros sin techo que se encuentran en la localidad en el pabellón del Sotet, una instalación habilitada para este fin desde hace unos veinte días. Sin embargo, la falta de voluntad política y las discusiones sobre las competencias en materia de servicios sociales han hecho que a pesar de estar equipado con camastros, sillas y artículos de primera necesidad no se haya podido usar hasta esta semana. Un hecho que se produce con la capital del Bajo Cinca volviendo en la desescalada a la fase dos por los brotes detectados en los trabajadores del campo.

El Ayuntamiento de Fraga aprobó ayer por unanimidad en un pleno extraordinario celebrado a última hora de la tarde una partida de 150.000 euros para afrontar los gastos impropios que supondrá alojar a una treintena de inmigrantes. Los principales son de vigilancia y manutención. Además, han solicitado al Gobierno de Aragón que se les autorice a gestionar la instalación.

Desde la oposición del PSOE, Podemos y Cs criticaron la falta de información sobre el proceso y la gestión «errática» de la alcaldía. «Hemos votado a favor porque es fundamental atender estos casos, como hemos dicho desde hace mucho tiempo, demás, ahora con el covid es algo imprescindible», aseguró el portavoz socialista Ángel Sorolla. La intervención en el pleno la hizo la concejal Sonia Labrador.

A pesar de que las camas estaban en el interior del pabellón casi al comienzo de la campaña, en el periodo estricto de confinamiento se pudo ver a un buen número de temporeros durmiendo en la calle en los alrededores de la estación de autobuses o en las cercanías de las fincas de la comarca en condiciones deplorables. Gran parte de estos trabajadores carecía de contratos y de permisos de movilidad, algo que les impedía interesarse por posibles ayudas.

Por otro lado, y también con la intención de minimizar los riesgos que entraña el brote de covid-19, desde el Ayuntamiento de Monzón aseguraron que han vuelto a intensificar «la desinfección de la ciudad». El consistorio recordó que desde que se ha conocido el regreso a la fase dos se realiza un «gran esfuerzo» para evitar la propagación del virus, aunque apeló a la responsabilidad para el uso de las mascarillas entre todos los vecinos.

SIN PISCINAS

Además, los municipios de la comarca del Cinca Medio emitieron ayer un comunicado conjunto en el que proponían mantener cerradas las piscinas durante el verano para «anteponer la salud de los vecinos». Esta decisión afecta a las instalaciones de Albalate de Cinca, Alcolea de Cinca, Almunia de San Juan, Binaced, Fonz, Pueyo de Santa Cruz y San Miguel de Cinca.

Los regidores de la zona explican que la piscina «es el servicio municipal más popular y concurrido que ofrecen los ayuntamientos durante los meses de verano» de forma que se convierte en un «punto de encuentro de vecinos y visitantes de todas las edades». Sin embargo, la pandemia producida «ha transformado todas las expectativas habituales de ocio para el verano, prevaleciendo en todo momento la protección de la salud».