El Gobierno francés ha dictado un decreto ministerial que permite utilizar determinados medios para espantar a los osos en el Pirineo y evitar así que causen graves daños a la ganadería.

Antes de ponerlas en práctica, las medidas, que se clasifican en simples y reforzadas, deben contar con la autorización del prefecto o subdelegado del Gobierno en el departamento. En el caso de las actividades simples, se trata de sistemas de tipo gradual que se basan en la utilización de medios sonoros, olfativos y luminosos, desde campanas, silbatos y petardos a antorchas, faros y señales luminosas variadas.

Además, para poder aplicar estos métodos será necesario que se haya producido al menos un ataque del oso en los pastos en el año anterior a la solicitud o al menos cuatro ataques acumulados en el curso de los dos años anteriores a la demanda.

En cuanto a los métodos reforzados, permiten realizar tiros no mortales con armas de fuego cargadas con cartuchos de caucho o de doble detonación. Estos sistemas se pueden solicitar desde en segundo ataque ocurrido en menos de un mes a pesar de la puesta en práctica de medios simples.

También se puede pedir autorización en el caso de pastos de alta montaña que hayan sufrido cuatro ataques en los dos años precedentes, siempre y cuando se produzca un nuevo episodio pese al despliegue de estrategias calificadas de simples.

Esta última práctica solo puede ejecutarla un pastor o un ganadero con permiso de caza, cazadores con licencia y funcionarios debidamente formados. Las medidas, de todas formas, se aplican de forma experimental y deben ser evaluadas por el Servicio Nacional de la Caza y la Fauna Salvaje.