Exactamente un mes después de la renuncia al cargo del arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, el papa Francisco nombró ayer a su sustituto. El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, dirigirá desde el próximo 21 de diciembre la archidiócesis de Zaragoza, día en el que tomará posesión del cargo en la basílica del Pilar.

Jiménez recibió la noticia "con sorpresa" y agradeció que el Papa "haya confiado en su humilde persona" para dirigir el ministerio. De hecho, afirmó que "desea venir a tomar posesión a Zaragoza con prontitud" aunque "siente pena por tener que dejar a la gente de Cantabria". Sentimientos encontrados que le recuerdan al momento en que tuvo que dejar Soria, de donde también "le costó salir". "Cumplo la voluntad del señor y ahora me pide trabajar por él en Zaragoza".

Jiménez se encuentra con una diócesis dividida y azotada por el escándalo y las intrigas, aunque él aseguró ayer a este diario que "no conoce la realidad y no va a prejuzgar nada hasta que no llegue". "Entraré serenamente, tengo los ojos limpios. Amaré la realidad que el Señor me presenta", declaró.

Jiménez Zamora sustituye ahora a Manuel Ureña después de que el prelado anunciase que dejaba los mandos de la archidiócesis por motivos de salud. Días después trascendió que entre los motivos de su adiós estaba el pago de una indemnización de más de 100.000 euros a un diácono de la localidad zaragoza de Épila por no ser ordenado.

El nuevo arzobispo nació el 28 de enero de 1944 en Ágreda (Soria) y realizó sus estudios en el seminario diocesano de El Burgo de Osma, además de pasar por la Universidad Pontificia de Comillas y varias universidades de Roma, ya que es licenciado en Filosofía y Teología Dogmática y especializado en Teología moral. Jiménez, del que dicen cuenta con la bendición del arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, fue ordenado sacerdote en El Burgo de Osma en 1968; se encargó de varias parroquias rurales de su provincia, además de ser vicario general de su diócesis natal. En mayo del 2004 fue nombrado obispo de Osma-Soria y en julio del 2007 de Santander. Con 71 años, solo le quedan cuatro para jubilarse por edad.