--El Ministerio de Medio Ambiente sólo quiere hablar de agua con Aragón en la Comisión Mixta de Seguimiento del Pacto del Agua, cuya convocatoria pasa por usted.--Como si no hubiera habido un cambio por las elecciones autonómicas, desde que soy presidente no he recibido ninguna petición formal del ministerio.

--¿Esperaba recibirla?--En el fondo, sí.

--La última vez que Medio Ambiente hizo la solicitud, a mediados del 2002, era usted portavoz del PSOE en la Cámara. Aragón no respondió.--Ni siquiera se hizo bien esa solicitud, porque no la planteó la ministra, sino el secretario de Estado. Ha habido un cambio y yo no he recibido ninguna indicación.

--Más allá de si la tiene que solicitar o no la ministra, hace un año Aragón no quiso esa reunión.--Porque en lugar de ser un punto de encuentro se convertía en una operación de propaganda. Como presidente debo mantener una actitud objetiva y que fomente el diálogo. Si recibo esa solicitud, que pueden hacer los grupos o el Gobierno de la nación, la acogeré. Estaré encantado de poner lo que me compete para que se celebre la reunión. Y esa reunión debería conllevar un trabajo preparatorio serio, en el seno de la Comisión del Agua de Aragón. Estamos más cerca de aproximar posiciones. Y eso sería muy interesante. Porque a veces uno siente que con la excusa de hablar de las obras del Pacto del Agua no hablamos del trasvase.

--Es el trasvase el que entorpece todos los debates, incluso el de la comisión de seguimiento.--Esa comisión es un lugar de encuentro. Quien tiene la capacidad de decisión es el ministerio, porque ejecuta las obras, pero el espíritu es oír antes a las partes y ver si se pueden conciliar posiciones. Ese espíritu lo echo en falta.

--Es algo muy difícil cuando uno se siente amenazado por el otro.--Si se quiere diálogo, lo fomentaré. Pero es difícil cuando se están acelerando las obras del trasvase. Eso enerva las posturas de los grupos. Porque tiene visos de utilización electoralista del tema del agua. Y Aragón es muy unánime en el rechazo al trasvase. La urgente adjudicación de obras no es la mejor preparación al diálogo.

--El tema que reabre este debate es el recrecimiento del embalse de Yesa. En el momento actual, a un paso de las elecciones, buscar la conciliación es casi impensable.--De Yesa han opinado quienes deben y si pretendo mantener una actitud constructiva, yo no debo hacerlo. Tengo la esperanza de que se alcance un acuerdo tras las elecciones.

--El de Yesa ha sido el primer debate. Pero CHA ya ha planteado también hablar de Biscarrués para no inundar Erés.--Era previsible que algo de esto sucediera. Pero hay que hablarlo tras las elecciones. Los aragoneses tienen que pensar que es el momento de producir una opinión política a través del voto consecuente con la oposición al trasvase del Ebro.

--Eso es una invitación a no votar a un partido concreto.--No. Yo digo que si la sociedad aragonesa quiere impedir el trasvase, vamos a tener unas elecciones. Y es el Gobierno que surge de ellas el responsable del trasvase. El pueblo aragonés debe ser consciente. Y él vera si también consecuente.--En estos más de tres años de polémica ha habido cientos de iniciativas hidráulicas en la Cámara ¿no están los escaños un poco hartos de agua?--No lo sé. Quizás haya una desproporción entre tanta agua y tan poco resultado. Pero eso no debe desanimar. Es en esta Cámara donde debe definirse la posición aragonesa.

--En estos más de tres años de polémica ha habido cientos de iniciativas hidráulicas en la Cámara ¿no están los escaños un poco hartos de agua?

--Desde los bancos del PP y de CHA una de las cosas más escuchadas es que el agua esconde carencias del Gobierno aragonés.--Podría tenerse esa consideración, pero también podría decirse lo contrario. Es un instrumento que se puede usar desde el Gobierno o desde la oposición. Al final, el agua lo tapa todo porque el trasvase es un elemento definitivo en la preocupación de los aragoneses. Pero viendo la variedad en el debate parlamentario, todos los temas que los grupos quieren que salgan a la luz, salen.

--Vaya, que la oposición tiene su responsabilidad.--Claro. El uso responsable de las iniciativas depende sólo de los grupos. Si no se habla más de otras cosas no es responsabilidad exclusiva del Gobierno. Los grupos que lo apoyan plantean pocas iniciativas. Es la oposición la que plantea más. Y en el Parlamento, el Gobierno no tiene la iniciativa. No está pidiendo comparecer para hablar del tema.

--El comunicado de ETA decretando una tregua en Cataluña ha creado una situación extremadamente delicada en el país.--La existencia de un error político, de una metedura de pata descomunal, imperdonable, como la de ir a hablar con la banda terrorista desde donde no se debe, no tiene que disminuir la exigencia de la no utilización del terrorismo como arma electoral. Estoy indignado por la entrevista que ha desatado esta polémica, que es responsabilidad exclusiva del secretario general de ERC. Pero ver un vídeo de la banda terrorista abriendo los telediarios y, con el mismo tono de presunta solemnidad escuchar al presidente del Gobierno de España, me produce una honda preocupación. Cuando se ha dicho que ETA no condiciona la agenda de los políticos ni el funcionamiento de la democracia y que sus comunicados están para ignorarlos, no se puede hacer lo que se está haciendo ahora. Y que nadie corte mi idea: esto surge porque ha habido un error político grave. Pero el tratamiento de ese error me parece muy grave.

--Se están cargando las tintas contra el PSOE.--Es indignante. No se puede concluir que el PSOE tiene algo que ver con esto. El PSOE es el primer defensor de las libertades y de la lucha contra el terrorismo. Todos los demócratas debemos repudiar un error político de esta envergadura, pero hemos de actuar con serenidad. Transmitir a los ciudadanos que no vamos a desfallecer y no utilizarlo para jugar con los sentimientos de la gente.