La lluvia se ha hecho esperar en Aragón este otoño, pero ayer llegó con fuerza por fin a toda la comunidad, después de un mes de septiembre sin precipitaciones que ha dejado un paisaje reseco y unos ríos con unos caudales mínimos.

El frente de lluvias que ha entrado en la península barrió ayer todo el territorio de la comunidad de oeste a este y dejó valores elevados en lugares como Ballobar (54 litros por metro cuadrado) o Barbastro (30 litros).

En esta última localidad, la antigua travesía urbana, que recorre el centro, se convirtió en un auténtico río y se inundaron bajos donde fue preciso achicar hasta cinco centímetros de agua. Los vecinos comentaban que la zona inundada a lo largo del Coso se denominaba antiguamente Río Ancho, pues por ella discurría el cauce del Vero.

La tormenta empezó a descargar en la ciudad a mediodía, pero no se interrumpió en toda la tarde. Además, llegó acompañada de un fuerte viento, lo que agravó los efectos del temporal.

Las calles más afectadas comprendían desde el paseo del Coso hasta la plaza de la Tallada, con varios palmos de agua en la calzada que impedían la circulación de vehículos.

Otro punto muy afectado por las lluvias fue Monzón, donde se tuvo que cortar el tráfico a las afueras, en la carretera de Fonz, justo debajo del túnel del ferrocarril, debido a los charcos que se formaron en la calzada. Llovió sobre las 15.30 horas y enseguida cayeron unos 25 litros por metro cuadrado.

CRECEN LOS EMBALSES // Pero no fue ese el único punto donde se formaron balsas, dado que los bomberos tuvieron que emplearse a fondo en otros lugares, como la calle de Sosa y en varias intersecciones. Asimismo, se registró un apagón que afectó a parte de la localidad y que fue posteriormente resuelto por la empresa eléctrica Endesa.

No obstante, la cortina de agua caída ayer no solo tuvo efectos negativos. Los ríos pirenaicos y de la sierra de Guara vieron cómo su caudal aumentaba rápidamente, en beneficio de las reservas de los embalses, como el de Mediano que ganó dos hectómetros cúbicos en pocas horas.

Como ejemplo, baste saber que el río Susia pasó en Escanilla de 0,12 a 50 metros cúbicos por segundo, una situación que vivieron de forma similar el Aragón y el Gállego, dado que llovió intensamente en las cabeceras, es decir, en Candanchú y Formigal.

En el caso del embalse de Búbal, en el valle de Tena, se registró un valor de 45,9 litros por metro cuadrado. Y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informó de que sus pluviómetros indicaban 30 litros en Arguís, 29 en Albalatillo, y 19,2 en Fraga.

Cantidades menores se recogieron en el embalse de La Peña (9,8 litros) y en la cuenca del Gállego junto a Zaragoza (6,6 litros). Para hoy se espera un descenso generalizado de las precipitaciones, con un máximo de 20 litros por metro cuadrado, según las previsiones meteorológicas.