Ni la sensación de estar por debajo de los cero grados -que en algún momento del día pudo ser real- ni la niebla húmeda que asola estos días Zaragoza impidieron este miércoles que numerosas personas se acercaran hasta el mercadillo de la plaza del Pilar para disfrutar de sus atracciones, visitar los diferentes puestos o recorrer espacios demandados como el belén o la Casita de Papá Noel.

El frío se cuela esta semana en los huesos, pero eso no impide ni frena la ilusión de muchos pequeños que ya esperan con ansia la llegada de los Reyes Magos y que ayer aún dejaban sus mejores deseos en el gran árbol de Navidad situado frente al Ayuntamiento de Zaragoza.

Aunque en comparación con otros días la afluencia ha sido menor, desde la organización se mostraron «satisfechos y muy contentos» con cómo la ciudad ha respondido a todas las actividades.

«Es verdad que el día no acompaña y también es una fecha señalada, porque mucha gente está con la familia en las comidas y eso puede influir para que la gente no salga de casa. Pero en general estamos muy contentos. En diciembre hace frío y es invierno, eso es lo normal. Sería raro si hiciera mucho sol y 30 grados», ha indicado a este diario Javier Molina, coordinador de la empresa que gestiona el mercadillo navideño.

Aunque sí ha reconocido que la ausencia del sol estos días en Zaragoza puede influir «en el ánimo» de la gente a la hora de decidirse a dar un paseo por el centro de la ciudad. «Claro que eso se nota, pero lo importante para nosotros es que no llueva, porque entonces hay que cancelar y cerrar atracciones. Y parece que la previsión en cuanto a lluvia nos va a respetar y por eso creemos que el balance, cuando terminemos, va ser muy positivo», ha asegurado Molina.

Este año, los puestos y las actividades en el mercadillo de la plaza del Pilar se alargan una semana, ya que estarán operativos hasta el 12 de enero. Esto ayudará a que el resultado «sea bueno», aunque Molina se mostró prudente y no se ha atrevido a hacer una comparación en relación a lo organizado en la Navidad anterior. «Será entonces cuando hagamos una reflexión, pero de momento sí puede decir que estamos muy contentos», ha insistido.

Las filas volvieron a repetirse para acceder al belén y, aunque entre los puestos no hubo aglomeración, la afluencia no ha cesado en toda la tarde. De hecho, una de las atracciones más demandadas este año ha sido la Casita de Papá Noel y de los Elfos, que se encuentra en la zona de la Delegación de Gobierno. «Va muchísima gente y sigue yendo. Hay una demanda altísima, nos pidieron que se pudiera ver y por eso hemos abierto sus puertas en un horario determinado», ha dicho. Las inmediaciones de la calle Alfonso y de Don Jaime I también registraron afluencia, lo mismo que la churrería instalada en la plaza del Pilar y que, ante el frío, vendió un buen puñado de churros. Hoy ya queda un día menos para que lleguen los Reyes.