El párroco de Brea de Aragón ha trasladado la celebración de las misas que oficia entre semana en la iglesia de Santa Ana a un local más pequeño de la localidad, con el fin de ahorrar dinero en el gasto de calefacción. Concretamente, el espacio elegido es la capilla de la Virgen del Pilar, que de ahora en adelante estará ubicada en los antiguos locales de la casa parroquial.

El nuevo espacio tiene una capacidad de entre 25 y 30 personas y, además, cuenta también con sacristía. Este es el número aproximado de fieles que acude diariamente a misa en Brea de Aragón.

La cifra cambia los domingos, cuando se celebran dos oficios, uno por la mañana y otro por la tarde. Entonces, el número de asistentes oscila entre las 300 y las 350 personas. «Empezamos en el nuevo local el 23 de febrero y lo cierto es que los feligreses están muy contentos con el cambio», manifestó el párroco, Javier Vicente Sanz, quien precisó que la nueva ubicación está céntrica y eso anima a la gente.

Por las propias dimensiones de la iglesia de Santa Ana, el hecho de encender la calefacción diariamente, especialmente en los días más fríos del invierno, supone un coste elevado.

Debido a esta situación, el párroco pensó que la casa parroquial sería un buen lugar porque allí existen unos locales que pueden servir para acoger una capilla. Eso sí, antes del cambio ha sido precisa una profunda reforma en la que se ha saneado el espacio para que la localidad disponga de una capilla para el invierno. Esta se utilizará habitualmente en los meses de invierno para la misa de entre semana, aunque los laudes y la adoración eucarística seguirán celebrándose en la iglesia parroquial.