La empresa de fruta confitada y mermeladas Taisi no ha dejado de crecer en los últimos años, una expansión que, además de en el mercado exterior y la seguridad alimentaria, ha cimentado en la innovación. Su fuerte apuesta por la I+D le ha permitido ampliar su gama de productos y llegar cada vez a más clientes. Como muestra un botón: la firma bilbilitana también elabora actualmente verdura confitada, productos aptos para veganos, para musulmanes (halal) y pronto lo hará para judíos (kosher). «Nos intentamos adaptar cada vez más a los clientes y atender nuevas tendencias de consumo sin olvidarnos nunca de la calidad y del estilo tradicional», explica la directora general de Taisi, Ruth Lázaro.

Así, su núcleo duro de negocio siguen siendo la fruta confitada, las mermeladas y la fruta en almíbar, productos que no vende directamente al consumidor final sino a empresas de pastelería, bollería o turrones. Arruabarrena, Panrico, Conservas Helios o Chocolates Lacasa son algunos de sus principales clientes, aunque en los últimos años ha ido sumando cada vez más grupos extranjeros.

No en vano, la firma bilbilitana exporta el 35% de su producción y está presente de forma continua en una veintena de países. «Aspiramos a que las ventas en el exterior supongan pronto la mitad de nuestra facturación, algo que también es más difícil porque en España seguimos creciendo», apunta Lázaro.

La empresa familiar creció el año pasado un 13% hasta alcanzar una cifra de negocio récord de 5,8 millones de euros, frente a los cuatro que facturaba hace apenas diez años. En esta última década, su plantilla ha pasado de los 30 a los 50 trabajadores (con puntas de hasta casi 70 en los periodos fuertes como Navidad).

Todo este fuerte crecimiento ha llevado a la compañía a diseñar un plan de expansión. Entre el 2018 y el 2020 destinará tres millones de euros a mejorar su eficiencia y aumentar su capacidad de producción. Para ello, ampliará sus actuales instalaciones de Calatayud en 3.000 metros cuadrados. «De esta forma alcanzaremos los 10.000», destaca Lázaro, que recuerda que la empresa familiar lleva desde 1969 en la misma ubicación, cerca del epicentro de la capital bilbilitana.

El proyecto de ampliación generará unos diez nuevos empleos hasta finales del 2020. «También aprovecharemos para reorganizar internamente los flujos productivos e impulsar la seguridad alimentaria», añade Lázaro, que es la tercera generación al frente de la compañía.

LA APUESTA POR LA RSA

Taisi recibió en el 2017 el Premio Responsabilidad Social de Aragón. En este sentido, la pyme se ha convertido en un ejemplo en la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, incluyendo las dirigidas a favorecer la conciliación de la vida laboral y personal. «También apostamos mucho por la formación y el valor del capital humano», destaca Lázaro, que deja clara la estrategia que va a seguir para continuar impulsando a la empresa: «Queremos aportar cada vez más valor añadido para distinguirnos de la competencia, huyendo de grandes volúmenes y bajos precios».