Las fuertes lluvias caídas en la cuenca del Ebro durante la pasada semana han provocado un notable aumento del caudal del río Jalón, que a última hora de ayer presentaba riesgo de desbordamiento en la localidad de Calatayud, según advirtió la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

El río Ebro, a su vez, experimentó una importante crecida y llegó a alcanzar 2,07 metros de altura a su paso por Zaragoza, donde el caudal máximo era de 455 metros cúbicos por segundo.

Sin embargo, según Protección Civil, que ayer retiró la alerta por riesgo de lluvias, la situación tiende a estabilizarse en toda la cuenca.

En la tarde de ayer, el Jalón alcanzaba a su paso por la localidad bilbilitana 1,98 metros de altura, un valor que supera el límite marcado para activar el aviso de riesgo de avenida, según indicaron en la CHE. En esta época del año, lo normal es que el Jalón, pese a la irregularidad de su caudal, ronde un metro de altura.

El río arrastraba, en la última medición disponible ayer, un caudal de 48 metros cúbicos por segundo y mantenía una tendencia ascendente. Los expertos no descartaban, por otro lado, que se produjera una estabilización a partir de los 2,10 metros de altura que se preveía que alcanzara en torno a medianoche.

De hecho, el nivel del agua dejó de crecer, tanto en el Jalón como en el Manubles, uno de sus afluentes, a la altura de la población de Ateca. La misma tendencia se registró en el Jiloca, otro de sus tributarios, a su paso por Morata de Jiloca.

Durante el día de ayer no se detectaron problemas aguas abajo, en el tramo del Jalón que sigue por la comarca de Valdejalón, hasta su desembocadura en el Ebro.

El río Manubles alcanzó un máximo de 65 centímetros a las 14.00 horas y desde entonces fue en descenso, mientras que el río Jiloca, a las 19.30 horas, estaba estabilizado en 92 centímetros a su paso por Morata de Jiloca.

Por lo que respecta al Ebro, no se espera que el aumento de la altura del agua entrañe un riesgo de desbordamiento, dado que la estación de aforos de Castejón de Navarra, situada aguas arriba de Zaragoza, registró en la noche de ayer valores inferiores a los que se habían producido a lo largo del día.