Los bomberos de la Diputación de Zaragoza realizaron ayer una quincenade salidas por incidencias relacionadas con el fuerte viento que sopló en la provincia. En todos los casos se trató de intervenciones por la caída de árboles, ramas y otros elementos, pero afortunadamente no se produjeron heridos.

El viento sopló con especial violencia en la comarca del Aranda. Un cierzo que alcanzó en ocasiones 100 kilómetros por hora causó graves daños en el porche del centro de salud de Illueca, que todavía no se ha estrenado; arrancó un tejado en Arándiga y rompió la cubierta de las piscinas de Brea.

En esta última localidad, el pabellón se quedó una hora sin luz mientras se celebraba la fiesta de San Blas en la noche del viernes al sábado. Además, tanto en Brea como en Illueca y en otros pueblos el viento derribó farolas y provocó la caída de tejas.

En Tarazona hubo que retirar varios árboles, un nido de cigüeñas y un cable eléctrico desprendido en la carretera de Cunchillos. En Bulbuente, un árbol cayó sobre la gasolinera situada junto a la N-122, y en el monasterio de Veruela también se desprendieron varios árboles y ramas, al igual que en Calatayud. En Paracuellos de la Ribera hubo que retirar un árbol caído en la carretera CV-901.