El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha sumado esta mañana su tercera foto en favor de la reforma de La Romareda. Como la primera, en la campaña electoral de mayo, se la ha hecho con el presidente del Real Zaragoza, Christian Lapetra, y algunos representantes de la entidad blanquilla. A ella se sumó Víctor Serrano, concejal de CS, y han hecho constantes referencias a la segunda imagen con el recuerdo, la que se hizo con el presidente de Aragón, Javier Lambán, pieza clave en esa financiación con escasos avances. En el marco incomparable de San Mamés, la única novedad de su desplazamiento ha sido desear "el mejor campo posible" para la capital aragonesa, el envidiable estadio vasco es el que el querría pero que sigue sin saber cómo pagar. La otra novedad es un convenio que el consistorio firmará "mañana" con el club para la reforma de La Romareda, de la que, curiosamente, no dieron ni una sola pista.

"Ha llegado la hora de que este proyecto sea verdad, que sea un éxito, y el primer requisito es que haya "cooperación entre las administraciones", ha aseverado Azcón, que también ha resaltado a San Mamés como "motor económico", un "pequeño palacio de congresos", que cómo La Romareda "se se queda dentro de la ciudad". Y es gracias, ha remarcado, a un campo "del siglo XXI en el que mirarnos" conseguido con la aportación del Gobierno foral, una entidad bancaria como BBK, el Athletic y una pequeña aportación del consistorio con la parte de las licencias y aprovechamientos, que es probablemente la que más le gusta al conservador. Aunque también ha añadido que, cómo en Bilbao, le gustaría que fuera el club, el Real Zaragoza fuera quien asumiera la toma de decisiones. Con una sutil diferencia que Azcon resta importancia, el viejo San Mamés se levantaba sobre suelo privado y La Romareda es 100% municipal. De nuevo el muro en el que la reforma se atasca: la financiación.

Junto a él, el presidente Lapetra tampoco ha desvelado mucho más de hasta cuánto está dispuesto a aportar. Era el momento de decir si el Real Zaragoza tiene al Athletic cómo ejemplo a seguir, cómo espejo en el que mirarse, cómo lo es San Mamés para Azcón, ya que la entidad puso 50 millones de los 186 que costaba el estadio, un 25%. Pero no, el dirigente del club solo ha apuntado que su presencia alli era para "tomar nota" del proyecto bilbaíno en el que sueñan en volver a jugar. Cuando ascienda a Primera. Lo que sí ha aseverado es que el club "estará en la construcción del nuevo estadio" y aportará "experiencia y conocimientos" para el nuevo campo. Para él el de San Mamés y la sociedad mixta es "un modelo más". Pero de financiación aún no puede comprometerse a nada. Lo que sí ha añadido es que tanto si asciende cómo como si no en esta temporada, no van a condicionar la "vida útil" de La Romareda, a la que sí quieren contribuir "en la faceta deportiva".