La avenida Alcalde Caballero es mucho más que el nombre de un antiguo regidor del Ayuntamiento de Zaragoza --Francisco Caballero Ibáñez, que dirigió la ciudad desde 1941 hasta 1946--. Con el paso de los años se ha convertido en el vial por excelencia de todos aquellos que trabajan en el polígono de Cogullada. Pero aún hay más. Es la calle que une dos barrios: el Picarral con la Jota.

Su problema ha sido que "en todas sus actuaciones de mejora se ha centrado en las calzadas y olvidado de los peatones", explicaba Juan José Jordá, de la Asociación de Vecinos del Picarral. Conoce esta zona como pocos y ha visto cómo ha ido evolucionando a lo largo de los años.

La llegada de camiones y coches siempre ha sido buena señal, pero "no hay ni un solo peatón porque no hay calzadas", decía Jordá. Con el paso de los años, este tramo urbano propiedad del Gobierno de Aragón ha tenido alguna que otra intervención que, en detrimento de los peatones, han ido reduciendo la pequeña y escondida calzada.

"Desde que pusieron los quitamiedos de metal ha sido impracticable andar por ahí", apuntaba el presidente de la Asociación de Vecinos de La Jota, Juan Andrés.

Histórica

Se incluyó en el planeamiento de la ciudad en 1968, al igual que el polígono industrial. No fue hasta los 90 cuando este vial empezó a cobrar importancia. La llegada de Mercazaragoza a sus inmediaciones revitalizó la zona y, desde entonces, no ha dejado de crecer.

Para poder llegar desde La Jota o el Rabal hasta el centro de especialidades Grande Covián "se opta por dar más vuelta e ir por Marqués de la Cadena". "Y eso que ahora hay autobuses", decía Jordá, ya que años atrás por Alcalde Caballero no pasaba el transporte público. "El bus nos dejaba al final de San Juan de la Peña y para llegar a las naves tenías que ir andado, lo que era un riesgo y un peligro porque o te caes a las vías del tren, o te atropella un coche", contaba.

Es una zona sin urbanizar, rodeada de empresas, pero que une dos barrios de la ciudad. Con la reforma integral, este vial mantendrá sus dos carriles para el tráfico, uno de 3 metros y otro de 3,5 y adecuará la gran reivindicación: una acera peatonal. Únicamente habrá en un lado y será de 1,80 metros de ancho. El carril bici, de 1,20 metros, sí tendrán circulación en ambos sentidos.

Zonas verdes

Tanto Jordá como Andrés coinciden en que "le dará mucha vida a esta zona". Jordá incluso dice que "ahora será la calle que nunca tendría que haber dejado de ser".

La calle Escatrón y Claudio Tolomeo también verán cómo en ellas surgen aceras y carriles bicis. Además, el proyecto municipal contempla poner zonas ajardinadas junto al polígono Molino del Pilar.

Ahora, para los vecinos el siguiente punto de mira es la avenida Cataluña.